Jungkook es un joven de 16 años que a su edad es muy tímido, al punto de sufrir ataques de ansiedad ante la presencia de extraños. Al poco tiempo de iniciar el ciclo escolar en una nueva escuela, conoce a un nuevo estudiante que le hará experimentar...
- Siempre tan astuto, TaeTae~ - canturreó el mayor, obteniendo un gruñido de parte del nombrado, pues sabía que no le gustaba que le llamaran así desde los diez - Sabes bien de la que te salvé, ya me imaginaba la reacción de tus padres ante la noticia, y como eres mi ahijado favorito, mínimo merezco saber.
- Soy tu único ahijado, tío Hobi - rió con malicia el castaño, recibiendo ahora él un gruñido de "empieza a contarme o te arrepentirás" ante el énfasis que hizo en único - Okey, okey... No daré mucho detalle, pero básicamente me agradeció por lo que hice y ahora está preocupado porque sea yo el nuevo objetivo de Kim Namjoon... No sé si eso vaya a pasar, pero le aseguré que no la tendría fácil conmigo. Luego, no dijimos nada más y nos fuimos a nuestras casas.
- Así que sólo cruzaron unas cuantas palabras... al menos es algo - Reflexionó Hoseok, un poco inconforme ante el "casi nulo" relato del menor, pero era mejor a nada -, la verdad pensé que pasarían mínimo dos trimestres antes de que pueda dirigirte la mirada sin temor...
- Ya veo cuánta fe me tenías... - se quejó Taehyung ante la confesión de su padrino, pero internamente concordaba con Hoseok, pero no lo admitiría abiertamente.
Hoseok y Taehyung desde siempre llevaron una relación muy estrecha, a pesar de la diferencia de edades y sin importar que Taeyang y Jisoo, los padres de Taehyung, le pidieran a su amigo que se comportara más acorde a su edad. Es por eso que, a pesar de ser bastante social y carismático, sólo podía confiar sus más profundos pensamientos y deseos en dos personas: una de ellas era el docente de Literatura Jung Hoseok y la otra, su amigo desde la infancia, Park Seojoon. Con ambos podía conversar de todo y cada uno siempre le brindaba su opinión de la manera más sincera y desde su punto de vista. Lastimosamente, Tae tuvo que mudarse por el traslado de su padre en la compañía donde trabaja, y tuvo que dejar a Seojoon en Daegu, pero con la noticia de que estudiaría en el mismo lugar donde su amigo y padrino laboraba, por lo que también se convertiría en su docente.
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Al día siguiente, Taehyung tuvo que hacer grandes esfuerzos para levantarse y no quedarse dormido en la ducha, pues la conversación que tuvo con Hoseok sobre muchas cosas - entre ellas, un tímido pelinegro - causaron que la charla se extendiera hasta más de las 11:00pm, incluso su madre tuvo que ir a su habitación para decirles que se vayan a dormir.
Luego de unos resbalonespor querer ponerse los pantalones mientras caminaba y ser regañado tres vecespor su madre al punto de ser amenazado por ella con estampar su cara en eltazón de cereales por quedarse dormido, por fin pudo salir de casa, disfrutandodel aire fresco del exterior, que acabó cuando fue al auto de Hoseok, quien sehabía ofrecido a llevarlo, y de paso aprovechar el continuar con laconversación que había quedado pendiente, aunque lo último no se pudo hacer,pues el castaño prefirió continuar su sueño apenas se acomodó en el asiento decopiloto.
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Las clases transcurrieron de manera normal... bueno, casi normal, pues cuando Jungkook llega al aula, ésta suele estar vacía, lo que le brinda una momentánea paz; sin embargo, esa mañana, al ingresar, vio que un castaño estaba dormitando en su carpeta, al lado de la suya. Afortunadamente, el menor pudo reprimir cualquier sonido que pudiera despertar a Taehyung.
Se acercó sigilosamente al lugar y, después de colocar su mochila al costado de su carpeta y sentarse, se dedicó a observar el perfil y a recordar el cómo fue defendido por él el día anterior, esbozando una pequeña sonrisa que desapareció al ver que unos ojos avellana lo estaban mirando. Taehyung había despertado y había saludado con un suave "buenos días" que provocó que las mejillas del pelinegro tomaran un color rosado que se fue intensificando con el tiempo. Taehyung, a medio despertar, se percató de ese detalle y pensando que tal vez el pequeño tendría fiebre, estaba a punto de poner su mano en la frente de Jungkook - lo que de momento hubiera sido demasiado para él -, pero el sonido de la puerta y varias risas lo despertó y detuvo dicha acción a tiempo, y el sonrojado pudo ocultar su cabeza entre sus brazos en el escritorio, mientras que un también sonrojado castaño quiso disimular la situación alzando los brazos y lanzando un gran bostezo, mientras sus compañeros fueron ingresando al aula, sorprendidos de que el conocido solitario estuviera con otra persona a solas en el salón.
Durante las dos primeras clases, Taehyung recordó lo que le había aconsejado el mayor: "Está bien que ya te haya brindado algo de confianza, pero tampoco busques apresurar las cosas, se podría asustar y lo poco que has avanzado lo podrías perder". Había pensado en diferentes formas para comunicarse con Jungkook sin que este salga corriendo o peor, convulsionando ante la presión de tener que contestarle.
Mientras tenían la clase de Historia, la profesora había hecho una pequeña mención de la comunicación en los tiempos antiguos, en los que antes de KakaoTalk o Whatsapp, las personas se enviaban cartas o telegramas, lo que le dio una posible idea de comunicación; es así que en durante la clase de Inglés, mientras el profesor Choi estaba leyendo un pedazo de The Adventures of Tom Sawyer, un papelito hacía su recorrido de una mano acanelada al costado otra pálida como la nieve, la cual no sabía qué hacer ante ello, por lo que Taehyung la jaló hacia su lado para cubrirla con su libro antes de que el profesor la descubriera y se arruinara su plan - y de paso librarse de una llamada de atención para él y su compañero. Después de pasar por su lado y aprovechando que el docente estaba de espaldas, hizo un segundo intento de mensajería, indicándole con un movimiento de cabeza que tomara el papel y lo leyera. El menor así lo hizo y vio una línea en inglés:
Do you want eat accomplished by a friend? (¿Quieres comer acompañado de un amigo?)
El pelinegro no sabía qué contestar: si rechazar o aceptar la amable propuesta de... ¿dijo "amigo"?... ¿alguien quería ser su amigo? Leyó la nota unas tres veces más ensimismado en el significado de la nota para él que la misma en sí, tan ensimismado que... no vio venir a Mr. Choi a su sitio para tomar el trozo de papel que tenía en sus manos y llamarle la atención por estar distraído en su clase, pues lo había estado llamando varias veces para que continuara con la lectura. Era la primera vez que le llamaban la atención, así que por esa ocasión, el profesor le pidió que mantenga la atención en clase, ¡incluso tomó el mensaje para dar una lección de gramática al salón, solo porque no le reveló quién le había mandado aquella nota!, además de que la frase correcta era:
"Do you want to eat accomplished by a friend today?"
Jamás había pasado tal vergüenza que para cuando la clase terminó, habían tres tipos de personas: la que busca ocultar su cabeza bajo tierra (Jungkook), la que está avergonzada pero lo disimula (Taehyung) y la que se ríe porque al callado le llamaron la atención (el resto del salón); no había gente curiosa de saber quién sería el autor de aquella peculiar invitación, pues sospechaban que él mismo habría hecho la nota para llamar la atención.
Cuando todos se levantaron para salir al receso y dirigirse a la cafetería, Taehyung,avergonzado por la situación por la que hizo pasar al pelinegro y a su vez agradecido porque este no lo delató, no sabía si seguir insistiendo con aquella invitación porque creía que ya había perdido su oportunidad de seguir acercándose al menor... hasta que sintió un ligero empujón en su hombro, lo que le hizo levantar la mirada y descubrir que un pequeño pelinegro con la cabeza baja - y unas orejas tan rojas como el de las rosas en su máximo esplendor - estaba parado abrazando tembloroso su caja de almuerzo, como si esperara que él se levantara para ir juntos a algún lado, lo que le causó mucha gracia y ternura.
Es así que en el patio trasero de una escuela se encontraban dos personas, tan similares y tan distintas a la vez, "disfrutando" de alguna manera su mutua compañía, aunque una de ellas estaba algo incómoda con el ambiente, pues no era de comer en silencio. Si bien el día anterior había hecho una excepción, sabía que no podría afrontar nuevamente algo como el silencio; además tenía un asunto pendiente por atender.
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