※Cuatro

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Si remueves el dinero de la ecuación, Joey hubiese estado pintando alces en las paredes de una caverna. La gente lo hubiese alimentado y lo habrían mantenido alejado de las altas esferas porque "¡maldita sea, mira esos alces!"

Pienso que si las cosas habrían salido bien, Joey seria un gran pintor, el mejor de todos. Joey era capaz de pintar cosas mejores que la "Monalisa".

Estoy seguro que él habría conseguido mucho éxito. La gente hubiera pagado millones por sus pinturas, millones bien validos porque su arte era perfecto.

Te hacían vivir el momento, viajar a increíbles e inexplicables dimensiones.

Muchas veces Joey me pintó.

Pintó sobre mi piel.

Mi cuerpo era el arte y él era el pincel.

–Erick, no me gusta que coquetees con otras personas– habría dicho él un poco celoso después de haber creado entre nosotros el más maravilloso arte que cualquier ojo humano hubiera visto.

–¿Y quien eres tú para prohibírmelo?– había contestado yo, riendo.

En ese momento Joey me parecía tan ridículamente tierno.

–Pensé que después de anoche teníamos algo– escuché la decepción en su voz.

–No somos más que amigos– pronuncie duramente –ya te lo dije una vez, no eres la clase de chico que quiero para novio.

Joey bajó la cabeza, no dijo nada más y se fue.

Pude ver una lágrima deslizarse por su mejilla, pero lo ignoré.

¿Por qué nunca noté que si coqueteaba con otras personas solo era para que Joey se pusiera celoso y me quisiera más?

Pienso que los genes para ser un artista y tener trastornos mentales no solo están relacionados, son el mismo gen, pero trata de explicarle eso al recaudador de impuestos...

Joey era demasiado talentoso para ser "normal", mejor dicho para ser común, porque ¿quien define el concepto de "normal" después de todo?

Una vez escuché que el 99% de los poetas sufría de depresión, y sufrirla conllevaba adentrarse hasta lo más profundo de su ser y experimentar sus emociones a totalidad.

Eso de alguna manera favorecía a su inspiración para escribir.

Supongo que Joey vivió algo similar.

Plasmaba sus emociones en las pinturas que realizaba, por eso tan solo mirar sus pinturas te erizaban la piel, te creaban un nudo en la garganta, oprimían tu corazón, o en el mejor de los casos sentías las mariposas revolotear en tu estomago.

Pero Joey no pudo explotar todo su talento. Sus padres no podían pagar las clases de pintura, ni siquiera la universidad. Su destino era acabar con la escuela básica y encontrar un empleo de tiempo completo para conseguir el dinero suficiente para pagar la luz, el gas, la renta y los impuestos.

Cuando Joey se fue se llevó todas sus pinturas, no dejó ni siquiera un pincel.

"JOEY" ※Joerick※Where stories live. Discover now