—Marinette, todo ese numerito de la cena fue muy divertido — se agarraba el estómago como si le doliera de tanto reír.

A decir verdad, nunca lo había visto cambiar el ácido humor o la mirada melancólica desde que lo acogí en mi habitación y ahora me estaba deleitando con su risa despreocupada. Sentí que aquello era algo que le hacía falta, reír.

Decidí no cortar el buen humor y reí junto Chat, las risas cesaron gradualmente hasta que nuestras respiraciones se fueron normalizando. Nos miramos con una gran sonrisa dibujada en nuestros rostros y era lo más sincero que habíamos compartido en todo este tiempo.

— Entonces Félix ¿No? — no percibí tensión entre los dos. Me atrevía a pensar por ambos y podía jurar que nos sentíamos cómodos el uno al otro.

—Tal vez — caminó hasta la cama y se sentó en ella rebotando levemente en esta.

—¿Cómo que tal vez? — interrogue parándome en frente con los brazos en posición de jarra. —. Eso quiere decir que nos has mentido.

—Bueno, si mentí bastante, pudiste darte cuenta, no puedo decir la verdad — pude percibir la sinceridad en sus palabras, pero aun así no me sentí satisfecha.

—¿Pero a mí? — dije afligida.

Debía admitir que están poniéndome en el papel de Ladybug y no de la chica que simplemente le facilitaba un refugio.

—Lo siento princesa, te diré mi nombre real en su momento — fue lo último que dijo antes de que mi teléfono empezara a sonar.

La melodía predeterminada para todos mis contactos me dejó conocer que Adrien aún no tenía intenciones de responder mi último mensaje después de haber escuchado su correo de voz aquella noche. Sí, es lo que están pensando. Adrien es el único con un tono de llamada especial.

Miré la pantalla y era la foto de mi mejor amiga ñ. Dirigí mi atención a Chat alias Félix que me hacía una señal de que debía atender a la llamada.

—Alya — llevé mi celular al oído y de inmediato escuché sollozos detrás de la línea —¿Qué sucede? — pregunté alarmada. Escuchar llorar a mi amiga era algo fuera de lo común.

Marinette.... Te necesito — y más raro, que clamara por mi ayuda. —. Creo... Creo que estoy embarazada— rompió en un llanto desconsolado y yo sentí como mi sangre viajaba hasta mis pies.

—¡Wow! — Chat Noir se levantó de un salto sorprendido tanto como yo. Fue capaz de escuchar todo lo que Alya decís debido al silencio en la habitación.

He estado evitando a Nino desde ayer... No tengo valor de decirle.

Y yo no sabía que contestar.

—E-Estás segura — titubeé.

Creo que... Sí — volvió a romper en llanto hasta que un estruendo en el teléfono me dejó aún más preocupada—. ¿Quién eres? — Preguntó Alya a quién seguramente ovacionó el alboroto.

Alya, nena. ¿Por qué has estado evitándome? — escuché una voz distorsionada y pude intuir lo que estaba pasando. Después de eso la llamada se cortó.

—Un Akuma — contestó Chat Noir activando su transformación en mi presencia.

—Creo que a Nino le afectó la indiferencia de Alya.

—A cualquiera le afectaría la indiferencia de la persona que ama — Chat estaba mirando hacia la ventana con las manos hecha puño confundiéndome un poco.

✵Por ella Otra vez✵[Marichat / Lukanette]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt