Versos hechos de Insonmnio

16. Dudas

Tal vez, destrozada no sería la palabra idónea, ni humillada, tal vez no haya una palabra exacta para describir esto que siento, tal vez solo los actos que llevo a cabo son los que me definen. No me cansaría de volver a intentarlo una vez más, tal vez el dolor deja de doler a cada intento, porque simplemente ya se qué se siente, tal vez a cada mirada me siento un poco más desnuda, porque sería capaz de quitarme hasta la piel, y simplemente que me leyeras el alma, que vieras que contigo soy yo, y tú conmigo no eres tú. Simplemente te quiero, pero dudo tanto que tú sientas lo que yo siento, que tú fueras capaz de creer un poco en lo que yo creo, contigo. Porque yo me pierdo un poco más en tu mirada cada vez que te miro, y no sé volver a casa. En cambio tú, tan seguro, tan fuerte, aparentemente, que cada vez que miras sabes volver, o tal vez es simplemente que no llegas a entrar, tal vez no seas capaz de abrir la puerta. O tal vez no seas capaz de abrir tu puerta. No me canso de las disculpas y los atardeceres en cualquier banco, ni de cada beso en cada semáforo que nos pilla en rojo, ni de las sonrisas compartidas y las miradas cómplices, pero si me canso de jugar al mismo juego en el que siempre acabo perdiendo, de las discursiones sin motivo, los celos, las inseguridades, tus dudas infinitas, tus tira y afloja, las amenazas camufladas en advertencias, de sentirme culpable por cosas que no he hecho, de perdonártelo todo, y al miedo que en el fondo tengo a perderte. Porque a pesar de tanto, yo prefiero volver a intentarlo. Incluso cuando la gente que más me quiere me dice que deje todo esto, que empieza a ser una conducta suicida, que me estoy manchando las manos demasiado y que podría elegir una manera mejor de perder el tiempo, a pesar de todos esos comentarios que, en el fondo, me gustaría ser capaz de cumplir, lo dejo todo por ti. Porque siempre pienso que tú eres para mí, pero otras tantas me pregunto, ¿yo soy para ti?