A kind of magic (Editando)

10 Nevermore

La banda se encontraba en el estudio en plena grabación del segundo disco. Las relaciones de cada uno iban más que mejor. Freddie salía con Mary y Roger salía con Kheira, pero esos momentos tan felices se vieron rotos por una situación extremadamente triste. Todos estaban grabando en el estudio cuando de repente, empezó a sonar el teléfono que se encontraba en la misma sala. Jim se levantó de su escritorio y se puso al teléfono.
- ¿Diga? Sí, yo soy Jim. Ajá... Oh, sí, ya veo... Enseguida se lo digo - dijoJim

Jim colgó el teléfono y con una mirada muy triste se dirigió a donde se encontraban todos los demás.

- Brian, Kheira... Vuestro padre está en el hospital, vuestra madre, ha... Ha... Ha muerto - les dijo a estos dos muy triste
- N-no es posible - tartamudeó Kheira quien muy rápidamente se abrazó a Roger
- Será mejor que vayamos - sugirió Roger acariciando la cabeza de ella

Los chicos subieron al coche de Kheira quien de disponía a conducir.

- Oye hermana... Ya conduzco yo, tú quédate atrás con los demás.

La chica se sentó en la parte de atrás y se acurrucó junto a Roger, quien ahora le susurraba.

- Todo va a estar bien, te lo prometo. No olvides que siempre voy a estar aquí para ti - susurró - te quiero
- Yo también te quiero mucho - le dijo ella de vuelta a la misma vez que él acercaba su rostro hacia el suyo para poder besarla.

En muy poco tiempo llegaron a aquél hospital, subieron al ascensor hasta la planta siete y entraron a la habitación setecientos veinte. Al abrirla vieron al padre quien se giró al ver que alguien había entrado a la habitación.

- Hijo, hija... Yo... Lo siento mucho. Ella y yo estábamos en casa y de repente se cayó al suelo... Y... - intentaba explicar el hombre al borde del llanto
- No importa papá... ¿Dónde está ella? Quiero verla - le dijo Kheira
- Está aquí - le contestó

Kheira se sentó en la cama y observó a su madre quien ahora se encontraba durmiendo en paz. Ella empezó a llorar y su hermano, Brian, se sentó con ella para intentar calmarla lo máximo posible.

Kheira decidió salir de esa habitación que tanto le acababa de hacer daño. Roger salió con ella... Para la sorpresa de él, ella encendió un cigarro y empezó a fumar.

Pero él le quitó el cigarro y lo apagó. La mirada de ella confundida se puso en los ojos de él, quien la veía de pie con tristeza pero a la vez con ternura. Él se agachó haciendo que ellos quedaran cara a cara.

- Roger... Prométeme por favor que no me dejarás, nunca... - le dijo ella con lágrimas en su rostro
- Te lo prometo. Te quiero mucho y pase lo que pase, siempre voy a estar contigo. No pienso irme - le dijo él antes de besarla muy lentamente

La pareja después de un rato se levantó y volvieron con los demás. Kheira se dirigió hacia donde estaba su padre y Roger a Brian quien estaba un tanto preocupado por su hermana.

- ¿Cómo se encuentra? - le preguntó al rubio
- Ahora mismo está muy dolorida. Pero se le irá pasando poco a poco. Hay que darle tiempo - le respondió
- Ella la quería mucho. Para Kheira, es como si le hubiese salvado la vida. No la abandonó en ningún momento, ella siempre estaba ahí - explicó Brian con alguna lágrima en sus ojos
- Todo estará bien. Ya verás como todo sale bien - lo calmaba Roger

Después de un largo rato llegó la hora de ir al funeral. Todos se arreglaron para asistir a este triste evento. Kheira con su pelo liso y un traje negro al igual que todos los demás se dirigió hasta la ataúd donde se encontraba su madre. Ella se quedó allí un buen rato después de que finalizara el evento. Pasó allí, quieta, de pié, como un cuarto de hora hasta que sintió unos brazos rodearla. Era Roger, quien ahora estaba otra vez a su lado sin despegarse de ella. Se sintió querida, amada y orgullosa de tener a alguien que la apoyaba aunque estuviera pasando un mal momento.

Junto con él, cogidos de la mano se despidieron de los presentes y se fueron de allí.

- ¿Quieres quedarte en mi casa esta noche y mañana por la mañana ya iremos a la tuya? - le preguntó el rubio muy tiernamente
- Si... - ella le respondió casi en un susurro

Los dos caminaron hasta llegar a casa del rubio. Cuando entraron, sin hacer nada, se cambiaron y se tumbaron en la cama. Kheira estaba temblando, por lo que Roger se acercó a ella.

- Todo va a estar bien te doy mi palabra te lo prometo - le dijo él
- Ya lo sé. Gracias por quedarte aquí a mi lado - le dijo ella lo que provocó que el rubio se pusiera encima de ella y empezar a besarla.

- Te quiero... - le dijo ella que a la vez jugaba con los cabellos del rubio
- Yo también te quiero. Se que a lo mejor es demasiado pronto, a lo mejor estoy yendo demasiado o muy rápido, pero quiero que sepas que quiero estar contigo para el resto de mi vida. No voy a dejarte nunca, pase lo que pase, se que he sido un idiota y que al principio me comporté muy mal, pero te digo que tú has sido quien me ha hecho cambiar. Gracias por querer darme una oportunidad de poder estar a tu lado y de demonstrate mi amor - le dijo él acariciando sus dos mejillas
- Puede que al principio fueras un idiota, pero mi corazón siempre ha sido tuyo, desde el primer día - le dijo ella
- Ojalá hubiese sido mucho más listo... Cuando te fuiste a Estados Unidos, no pude dejar de pensar en ti, en realidad siempre te he amado aunque no lo pareciera, creo que mi cabeza no estaba muy bien amoblada. Ahora ya se lo que quiero - explicaba él
- ¿Y qué es lo que quieres? - le preguntó ella a quien le brillaban los ojos
- Te quiero solo a ti. Dejaría todo solo para poder estar contigo el resto de mi vida - le contestó él con una sonrisa muy tierna
- Yo también - contestó ella quien tiró de la camiseta de él para acercarlo

Los dos jóvenes se besaron con mucha pasión pero a la vez con tranquilidad.