Capítulo 3: Un Pueblo Llamado Misericordia

Start from the beginning
                                    

– Doctor, no estoy segura de que esa sea una buena idea. Ni siquiera sabemos que es lo que está pasando exactamente y eso me da escalofríos.

Llegamos a lo que es el centro de la ciudad cuando vemos que un hombre sale de uno de los edificios, poniéndose en frente de nosotros. Rory le da un pequeño empujón al Doctor para que se adelante.

– ¿Por qué yo?- pregunta el Doctor ofendido.

– Porque eres tú quien usualmente está cargo de esto. No nos culpes a nosotros- le digo tranquilamente.

– El Doctor voltea hacia donde está aquel hombre, quien parece sorprendido por la situación. Yo solo encojo los brazos. No se que podría pasar en estos momentos.

– ¿Usted es el doctor?- pregunta el hombre.

– Si, soy yo- comenta confundido.

– Nos alegra que haya venido. Es a usted a quien estábamos esperando- aquel hombre parecía esperanzado por nuestra llegada. Los tres nos miramos confundidos por la situación.

– ¿Por qué estarían esperando a mi esposo si nunca hemos venido aquí o pedido una señal de auxilio de Misericordia?- preguntó confundida ante la situación que se nos estaba presentando en aquel momento.

– Es mejor que no hablemos de esto aquí afuera.

El hombre nos lleva hasta la comisaría. Empieza a caminar de un lado a otro, como si estuviera pensando en las palabras correctas hasta que al fin se detiene.

– Lamentó decir esto, pero me temo que su esposo debe ser entregado.

– ¡¿Que?!- preguntamos los cuatro sorprendidos al mismo tiempo.

– Hace tres semanas que hemos estado temerosos de que nos ataquen, debido a que estamos siendo ascediados por un bandido que le decimos "El Pistolero". El demanda que le entreguemos alguien que se hace llamar el Doctor.

– Definitivamente debe ser una confusión- comenta divertido-. Porque, claramente hay personas que son doctores. No soy el único en el mundo, se lo aseguro. Más sin embargo, puedo ayudarlos a detenerlo si es lo que quieren.

– No. Tenemos que entregarlo. Como le dije, hemos estado ascediados.

– ¿Por cuanto tiempo?- preguntó curiosa ante la respuesta.

– Por tres semanas, señora. Todas las municiones de alimentos se han estado acabado. No tenemos manera de comunicarnos a otros pueblos, nos es complicado.

– A tiempos desesperados, medidas desesperadas- pienso en voz alta.

– Exactamente.

– Por favor déjanos ayudarlos.

El alcalde parece pensativo ante la situación. Se queda en silencio por varios minutos hasta que al fin se acerca el Doctor. Los tres nos quedamos expectantes ante la escena de lo que podría ocurrir.

Pasa por mi mente la horrible posibilidad de que el alcalde engañe al Doctor para llevárselo al Pistolero y así poder seguir sentirse seguros y continuar con su vida. Aunque, por otra parte, si el Doctor va, puede demostrar que no es a él quien lo busca.

– La única manera de hacerlo es que se enfrenten.

– Déjanos a nuestro estilo- intervengo yo.

– Esta bien, pero que sea lo más pronto posible. Ya no queremos estar en esta situación.

– Primero que nada queremos saber si han encontrado o notado algo extraño en los últimos días.

– Si, paso algo extraño.

Doctor Who (VII): RememberWhere stories live. Discover now