Ámame

Camila

Calle:
Mis recuerdos son muy borrosos y tediosos, salí corriendo de nuestra casa y arranqué mi auto mientras veía por el retrovisor a Poché saliendo de la casa y tratando de detenerme.
Habíamos peleado una vez más por los celos absurdos de María José, nuevamente creía que sentía algo por Matu, cosa que no era cierto.
Lloré todo lo que pude y estuve a punto de chocar así que me detuve en una playa cercana a la casa.
Estacioné el auto y caminé hasta la orilla del mar, ahí me recosté por horas y horas.
Había apagado el celular, sin embargo lo prendí para mirar la hora "7:30PM" decía mi pantalla y enseguida me llegaron notificaciones de 50 llamadas perdidas de Poché y como 30 mensajes de ella.
En la mayoría preguntaba dónde estaba y que saldría a buscarme.
Me sentí mal por preocuparla de esa forma, así que le escribí un mensaje:
"Voy camino a casa" no demoro ni un minuto cuando recibí su respuesta "Te espero en casa amor"
No podía con ella, era tierna y odiosa a su vez.
Sin embargo tantos celos no eran posibles, me llegó la estúpida idea de qué tal vez ella estaba enamorada de alguien más por eso creía que yo era igual, 'vamos Daniela no seas tonta'.

Poché:
Estaba tan decepcionada de mi misma, me quebré durante la tarde, sabía que era una mala idea guardar el teléfono de una mujer tan bella y no hice caso a mis propias advertencias.
Llamé a Camila esa tarde que me había peleado con Calle y en menos de una hora estaba en la casa.
Lo que ocurrió después es lo que me tiene tan traumada, me metí con ella, la besé y después subimos de tono y aunque sus besos recorrían mi cuerpo el nombre de Calle salió de mi boca y así logré que se fuera.
Me sentía miserable, Calle nunca había hecho nada en contra mía más que amarme y yo acababa de traicionarla.
Salía de bañarme cuando Calle llegó, al verla no pude evitar soltar mi llanto y la abracé
- Perdón amor - dije sin soltar su cintura.
- Gordi, peleamos por algo muy estúpido, sabes que te amo- sus palabras hicieron que mi llanto se intensificara.
No la merecía .
- Amor, conocí a alguien, la llamé para que me apoyara cuando te fuiste...
-¿De qué hablas?
- Perdón, no merezco que me ames.
- Poché porque dices eso...
Su voz se empezó a quebrar, de seguro sospechaba y eso me rompía el alma.
- Dime que no te puso una mano encima porque voy y la mato - dijo furiosa.
- No hizo nada que yo no permitiese.
Soltó mi agarre y se dirigió a la habitación conmigo detrás siguiéndola.

Sacó su maleta y empezó a empacar.
- Amor, perdón, no te vayas, no me dejes!
- Todo este tiempo creías que yo te engañaba, cuando la única infiel eras tú!!
No dije nada, tenían razón cada una de sus palabras.
Y dejé que se fuera, no la detuve, el amor de mi vida se iba y no hice nada.
Maldita Camila...