Capitulo 3: Luces rojas.

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  Cuando terminaron las clases, Juli me acompañó hasta mi casa ya que se había llevado la ropa con ella y le dijo a su prima que nos pasara a buscar por mi casa. Brandon ya me estaba esperando en la entrada del colegio cuando salí y le comenté que Juliana iría con nosotros, cosa que mucho no le agradó, porque, no sabía la razón, Juliana no le caía bien.

-Me importa un rabanito y medio- me contestó Juli mientras se tiraba en mi cama y miraba atentamente el techo- Me importa poco lo que crea tu hermano de mí. En verdad.

-Aún sigo sin entender por qué te odia tanto- le dije con una leve sonrisa mientras abría mi armario y miraba qué era lo que me podía poner para acompañar a mi amiga.

-Por una broma que le hice hace tiempo. Tú no lo recuerdas porque fue cuando tuviste el accidente.

-¡Tambien eres especial amiga! ¿Cómo le puedes gastar una broma a una persona que tiene a su hermano en el hospital?- cuestioné con una de mis cejas alzadas.

-Solo fue una pequeña broma, además, creí que se reiría, no que se lo tomaría para el culo- me contestó algo enfadada y se sentó en la cama- ¿Por qué no te pones ese pantalón? De seguro tendrás a más de uno detrás de tu…- la última palabra la terminó con señas, haciendo una figura levemente redonda por mi trasero.

  Entrecerré los ojos y luego los rodé.

-Sabes que no me gusta usar cosas muy ajustadas. Además este pantalón me lo has regalado hace ya tiempo. Ni siquiera sé si me entra- le confesé.

-¡Y eso que nunca lo has usado!- exclamó algo molesta porque era verdad.

  Nunca había usado aquel pantalón ajustado de color negro algo brilloso, pero porque era más que llamativo y más aun con, mi algo prominente parte trasera.

-Tu sabes que no me gustan estas cosas- le dije mirándola con cara de pocos amigos.

-¡Ya! Pero podrías usarlo por lo menos un día para hacerme feliz ¿no?

-¡Como si nunca cumpliera todos tus caprichos!- exclamé algo molesto porque era verdad.

  Juli era una persona tan bien manipuladora que terminaba convenciéndote de hacer todo lo que ella quería que hicieras.

-¡Oh! ¡Vamos! Solo será por esta vez.

  Suspiré pesadamente y tomé el pantalón con pocas ganas.

-Y ponte esta- me dijo con una sonrisa en el rostro mientras sacaba de mi armario una de las tantas camisas que tenía dentro del mismo.

  Por lo menos no había elegido nada que no me gustara llevar y, por suerte se trataba de una de las camisas que más me gustaba. Una escocesa roja y negra.

-Me voy a bañar. Sabes que estás como en tu casa- le dije a mi amiga antes de encerrarme en el baño y desvestirme para así poder tomar una ducha.

  Cuando terminé, me puse la ropa, la cual costó, ya que los pantalones no eran apretados, sino más que apretados.

-¡GUAU! HOY SI QUE VAS A MATAR DE UN INFARTO A VARIOS- comentó mi amiga la cual ingresó al baño sin siquiera llamar antes.

-¡Juliana!- exclamé molesto y me voltee a verla ya que le estaba dando la espalda- ¿no sabes llamar a la puerta? ¿Qué pasaba si no estaba cambiando aún?

-No vería nada del otro mundo- comentó encogiéndose de hombros, por lo que yo la asesiné con la mirada-¿Qué? Sabes que te he visto más de una vez solo en boxers, así que- se encogió de hombros y se dirigió hacia el lavabo- Además ya casi nos están por pasar a buscar y yo aún no me he cambiado ni maquillado así que lárgate antes de que te meta una patada en el culo y te saqué finamente- me dijo sonriéndome falsamente a través del reflejo del espejo mientras se comenzaba a maquillar.

-¡idiota!- dije por lo bajo y comencé a salir por la puerta.

-¡Que te he escuchado idiota!- exclamó mi amiga sin dejar de maquillarse.

  Yo salí bufando de allí y me tiré en la cama a esperar a que mi amiga terminara de arreglarse, lo que parecía que tardaría horas.

  Cuando ya estuvo lista salió, vistiendo un vestido negro algo ajustado con unas mangas cortas caídas y le llegaba a mitad de los muslos. Tenía unos detalles en mostaza en los costados, lo que lo hacía un poco menos formal de lo que eres. Estaba muy hermosa y la verdad no entendía por qué aún no había conseguido tener un novio, aunque claro… hablaba y la cagaba, así que mucho no había que pensarlo.

  Llevaba unos tacos que la hacían tener casi la misma altura que yo y la cartera la llevaba de un costado.

-¿Cuándo va a…?- pero no logré terminar de hablar, ya que una bocina sonó fuera de mi casa.

-¿Cuándo iba a llegar mi prima?- preguntó con una sonrisa en los labios y luego me tomó de la mano para dirigirme abajo y despedir a mi familia antes de salir con ella y subirme al coche de su prima, en el cual ya había otra chica con ella.

-¡Él es Dany!- les dijo mi amiga para presentarme.

  Si prima presentó a su amiga y luego arrancó para dirigirnos al boliche al que iríamos y en el que ya todos se encontraban.

  Estaba nervioso y algo asustado, ya que hacía mucho que no salía y además algo dentro de mí me gritaba que no debía de ir. Que algo malo sucedería, pero aun así, intenté restarle importancia.

  Unas luces de neón rojo llamaron mi atención. Nunca antes las había visto y eso que pasaba bastante seguido por esa calle.

  “Luces rojas” decía el cartel de la discoteca a la que iríamos.

  Un escalofrío recorrió toda mi espalda.

-¿Estas bien?- me preguntó Juli tomándome una de las manos, sintiendo así que las tenía heladas- ¿Por qué tienes las manos tan frías? ¿Estas nervioso?

-Algo- le confesé.

-No te preocupes. No te sucederá nada, además yo estaré allí por su algún acosador quiere violarte- me dijo entre risas y luego bajó del coche seguido de mí.

  Sí, no tenía de qué preocuparme. Juli estaba conmigo y sabía que siempre que estaba con ella nada malo sucedía. O eso creía.

Black Beauties: RED LIGHTS [TERMINADA]Where stories live. Discover now