Amores Prohibidos; kookgi

Amando al primo 1

-Ya dímelo de una vez Yoongi – le exigía el castaño a su primo el peli verde mientras lo acorralaba en la oscuridad a las afueras del patio de su casa.

El de piel lechosa no sabía si sería lo correcto decirlo o lo correcto sería omitir esos sentimientos sin perjudicar a nadie y se volviesen parte del pasado una vez se fuera de la casa de su tía.

Pero era tanto el insistir de su primo el menor de los gemelos Jeon que no tuvo otra opción que contarle la verdad, había escapado ya varias veces fracasando inútilmente –maldito mocoso ya me tienes cansado, ¿en serio dejaras de molestar una vez te lo diga?.

-si –respondió parco, la ansiedad por saber quién le gustaba a su primo lo mataba, sin darse cuenta de sus actos o su estado posiciono su mano al costado de la cabeza de su primo y con ojos dilatados llenos de anticipación le exigió una vez más –dime ¿Quién te gusta?.

Si Yoongi no lo conociese diría que esa pregunta tenía un tinte de celos pero desecho la idea pues en su mente solo predominaba el temor de la reacción del menor al escuchar su respuesta.

-te lo diré pero tan solo aléjate unos pasos, siento que me asfixias –Yoongi solo le diría y escaparía, no aguantaría la mirada acusatoria de su primo, sentía caliente su rostro además de la sensación de vomitar en cualquier momento.

Una vez Jungkook dio un paso hacia atrás, el pálido se preparó mentalmente para lo que vendría. –me gusta tu hermano.

 El estomago de Jungkook se retorció sintiendo un vacío inexistente en este, su mundo se derrumbo lentamente.

Ahora a quien creía llamar su mejor amigo, su confidente de un momento a otro se volvió su peor enemigo.

...

Yoongi no veía la hora para irse de la casa de sus tíos, ya había pasado 2 meses desde el primer día sus padres lo llevaron con la intención de pasar las vacaciones de visita a Busan pues no eran frecuentes las visitas entre las dos familias tan solo en navidad era donde se reunían junto a los demás familiares de su madre y de eso hace más de 10 años; hace más de 10 años los gemelos Jeon y Min Yoongi se pasaban esta fecha entre juegos, travesuras, conversaciones y confesiones, siempre poniéndose al día como si nunca hubiesen pasado separados los trescientos sesenta y pico días restantes todo eso cambio a los 17 años de Yoongi, acabado sus estudios secundarios sus padres lo llevaron a la casa de su tía como una despedida antes de ir a la universidad que había postulado en Seúl para estudiar biología.

Ahora bien solo faltaba una semana para irse pero Yoongi ya se encontraba rogando a su madre para que lo recogiese –por favor mama, no te llamaría si no fuese importante. Jiminnie y los demás me llamaron quieren que pase mi última semana antes de ir a Seúl con ellos, tan solo te pido eso. –rogaba en la soledad de su cuarto ignorante de la mirada de su primo.

-deja de rogarme, sabes que no puedo recogerte, no puedo darme el lujo de dejar un día de trabajo solo para recogerte, pero si te prometo recogerte el viernes después de mi trabajo puedo ir a Busan –resoplo su madre, al parecer no tendría tiempo para descansar hasta el sábado, las consecuencias de engreír mucho a su único hijo.

No podía pedirle mucho a su madre, ella no tenía la culpa de ser bocota y decirle a su primo que su gemelo le gustaba, acepto su proposición sin rechistar –está bien mamá, te amo. Gracias por esto, adiós –corto la llamada para aventarse a su cama abatida.

Si era la reina del dramatismo en persona pero maldición estaba en esa etapa donde podría ser jodidamente trágico y nadie podía reclamarle todos pasaban por esa etapa maldición, además había realizado tremenda estupidez digna de record Guinness, quien en su sano juicio le cuenta ese tipo de confesión esperando la posibilidad de ser por lo menos aceptado o comprendido, lo único que vio en el rostro de Jungkook días posteriores le dieron indicios de desapruebo o decepción, bueno al menos lo interpretaba así ya que no le dirigió la palabra los pasados 4 días después de aquella confesión.