CAPITULO 1

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× La calle estaba muy concurrida y el chofer del autobus estaba muy estresado ese dia, hacia mucho calor y habia por lo menos treinta personas en el autobus.

Pisó el acelerador cuando el semaforo estuvo en verde, queria avanzar rapido.

El camino ahora estaba más despejado y poco a poco se fue calmando, no habia tanto trafico ya al cabo de unos minutos.

Conducia a velocidad intermedia cuando un trailer a toda velocidad se estrelló a un costado del autobus.

El autobus dió varias vueltas y terminó por quedar de cabeza,  gritos, quejidos, alaridos y mucha sangre adornaban la escena.

Todos iban a morir. ×

Jeno despertó sobre saltado con el corazón latiendo muy deprisa y sudado, miró el techo unos segundos hasta que se levantó.

Después de una rapida ducha, fue a la cocina a saludar a su madre y tomar el desayuno.

- Buenos dias - saludó su mamá.

- Buenos dias - Jeno suspiró.

- ¿Qué es esta vez? - preguntó su mamá preocupada.

- Hoy, cerca de las tres, un autobus con al menos treinta pasajeros - el rostro de su mamá palideció.

- ¿Algun sobreviviente? - Jeno negó.

- Asegurate de ver las noticias, podria equivocarme - su mamá asintió.

- ¿A que hora regresaras hoy?

- Cerca de las siete - su mamá asintió.

Jeno comió su desayuno lentamente y tomó su mochila para ir rumbo a la universidad en su bicicleta, si no fuera porque tenia que entregar trabajos, no iria.

Jeno no queria hacer nada después de tener esos sueños tan horribles, por lo regular eran muertes naturales, pero cuando eran accidentes o asecinatos era horrible y se sentia mal al despertar,  pero no habia de otra, tenia que hacer su vida normal.

Entró a sus clases pasando desapercibido como siempre, cerca de tres treinta de la tarde se puso sus audifonos y encendió la radio en su telefono.

Justo a tiempo, un informe sobre el choque de un trailer con un autobus estaba pasando, como era de esperarse, no habia sobrevivientes.

Jeno suspiró y salió a tomar un poco de aire, lo necesitaba.

No era facil saber cuando alguien iba a morir y no poder hacer nada al respecto.

A veces se sentia frustado por tener ese don y no poder hacer uso de él.

Jeno regresó a la hora acordada y vio a su madre prender una vela, siempre lo hacia cada noche en honor de las muertes que él preveia.

- Ya llegué - anunció mientras entraba.

- Bienvenido ¿quieres cenar?

- No tengo hambre, pero gracias.

Jeno caminó a su habitación y se recostó, ese dia en particular habia sido dificil, solo daba las gracias porque ya se hubiera terminado.

Después de hacer tarea, Jeno se recostó rogando el no volver a soñar eso.

Pero no estaba en sus manos, las personas morian todos los dias, era muy raro cuando no llegaba a tener un sueño de esos.

× Habia un chico castaño maso menos de su edad, tenia una sonrisa brillante y Jeno podia jurar no haber visto a nadie tan lindo como él en su vida.

Unmei - NoMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora