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A la vuelta de la esquina se avecinaba una hermosa mujer que estaba escuchando la quinta de Beethoven ahreno eran canciones de las culisueltas con un solo auricular porque el otro se rompió.

Sus piernas eran largas, ella lo sabía. También era muy delgada, pero naturalmente, ella también lo sabía. Medía 1.73 y era muy hermosa. Esas cualidades eran muy envidiadas por mujeres y apreciadas por hombres en todo el mundo, pero aceptemoslo, ella no estaba en todo el mundo, si no, en el granero del mundo.

—¡Eh, mira una jirafa!— le gritó un desconocido en la calle.

—¡Más respeto!— le gritó su acompañante —¡¿No ves que es Peter la anguila?!

—Ese meme es re viejo, pajeros— le contestó ella y lo dejo pasar.

—UY, MAMITA, YO SI TE DOY— dijo otro más adelante.

—Y yo a vos no, que pena— siguió de largo así bien perra.

—Buenos días, bombón.

—Buenos días, salame— ya era común que contestará los "piropos" con tranquilidad, pero llena de miedo de que alguno reaccione mal.

—Un día no te veo y al otro te veo marchar, quizás en mi carita te puedas sentar...— dijo un tipo, ella solo lo ignoró.

—Che, mira a esa mina, alta, escuálida, re plana, no tiene culo, no tiene tetas, que feo ser así— dijo una wacha a su amiga.

—Callate, debe ser anoréxica o una de esas cosas— Sowon las ignoró como que medio dolida y siguió su camino.

Siguió caminando hasta que sintió un golpe en su parte trasera, se dio la vuelta para ver que pasó, y lista para golpear, cuando...

—Eh, Yerin, me tocaste el culo.

—¿Cuál?— ahora sí, Sowon le iba a dar una trompada —Bueh, era un chiste, tranquila.

—Tranquila tu vieja, no podes hacer eso con una persona.

—Che.

—¿Qué?

—¿Queres ir a ver Sailor Moon a mi casa el sábado?

Ella suspiró —Dale— soltó de una.

Siguieron caminando y ya nadie les gritó nada, eran dos pibas hablando de anime ¿Y quien quiere acosar a otakus? Iugh.

Cada una se fue por su lado cuando llegaron al barrio donde ya nadie les iba a decir nada, o sea, eran la Yenny y la Wanda, todos las querían.

Sowon siguió hasta su casa, donde antes de entrar, vio el auto de la mamá de Moon Bin llegar a la esquina para bajar y darle a su hijo con la ojota.

—Che, a el Moonbil lo están cagando a palos, ¿Vamos a ver?

—Ahora no Sowon, cambiate que vamos a Jumbo— ella obedeció bien happy, quería ir a gastar sus ahorros en algo innecesario.

Se puso un short negro y una remera blanca, su mamá la frenó.

—ASÍ NO SALIS, SE TE VE TODO EL CULO

—¿Cuál?

—Wanda— dijo amenazante.

—Bueno, me pongo una camisa larga, igual ese era mi plan, calmate un poco vieja.

La familia se subió al auto ese trucho, y se pusieron en marcha.

—Y... ¿Qué vamos a hacer en Jumbo?— preguntó desde el asiento trasero. Sus padres se miraron hasta que el hombre respondió:

Gfriend Argento •En Hiatus•Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon