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Stella;
— ¡Vamos! ¡Golpéame! — exclamó mi padre desesperado.
— Yo lo hago — contestamos Maze y yo al unísono, nos volteamos a ver sonriendo con malicia, tomamos una daga cada una apuntando hacia mi padre.
— Ahora las dos quieren, están loc- — las dagas dieron en el pecho de mi padre rebotando de este, sin dejar marca alguna.
— Nada pasó — comenté confundida tomando la daga y pasándola por mi mano pero no pasaba absolutamente nada.
— Bien creo que solo fue un desliz — tomó de su whisky sentándose en uno de los sillones.
— ¿Qué no entienden los dos? Esto es una señal para todos, debemos regresar al infierno — comentó Maze elevando su tono de voz.
— No lo creo, él debe estar jugando con nosotros como siempre lo hace — mire hacia arriba y me recosté en el sillón soltando un suspiro.
— Mi niña tiene razón, además Maze, creo que tanto acostarte con Amenadiel te está llenando la cabeza de sus cosas locas — soltó entre risas mi padre causando que sonriera de lado mientras que la mencionada solo nos fulminó con la mirada mientras llamaba al ascensor echa una furia.
— Espero no sea demasiado tarde cuando se den cuenta, idiotas — el ascensor cerró y yo volteé a ver a mi padre levantando una ceja.
— Me retiro — avise levantándome de mi lugar dirigiéndome al ascensor también.
— ¿A donde vas? — me tomo del brazo.
— Por ahí — me zafé de su agarre restándole importancia.
— ¿No crees que pasas mucho tiempo con ese tal Benny? — comentó con un tono enojado mientras me miraba con sus dos cejas alzadas.
— No es de tu incumbencia, Luci — le sonreí hipócritamente despidiéndome de él moviendo mi mano en el aire.
— Stella... — dijo entre dientes.
— Ah, y su nombre es Barry — solté una pequeña risita.
— Oh pequeña demonio... — maldijo siendo interrumpido por las puertas del ascensor siendo cerradas.
Llegue afuera del edificio observando la gente pasar mientras el hermoso atardecer en central city se hacía presente.
¿Ahora a donde iría?
En verdad no quería estar en el departamento con mi padre, en mi mente estaba la idea de ir a buscar a Barry en la comisaría pero tampoco quería verme muy intensa, ¿no?. Aunque es un simple humano no quería que pensara otras cosas, tampoco quería agobiarlo con mi presencia, además para ser honestos, es algo muy raro su compañero de trabajo.
