Ya había pasado dos semanas y nosotros nos volvimos a casa.
-¿Sabes qué creo?.- dijo Hayes a mi lado en el pasto de la casa.
-¿Qué?.- lo mire.
-Tú no conoces a mi familia.- oh oh.- Entonces ¿te gustaría ir mañana a comer?
-Claro que sí, bebé.- le sonreí y el a mi.
¿Esto es ya hacerlo formal? Al principio era solo un contrato para generar más publicidad hacia nuestros canales y esta resultando, ambos hemos subido en vistas y suscriptores, pero esto esta yendo más allá de eso, lo estamos haciendo formal, o quizá el no lo vea así, quizá el lo ve como una manera de hacernos más cercanos cómo amigos.
La mañana siguiente llegó más rápido de lo esperado, quiero decir, me siento nerviosa por conocer al resto de su familia.
Nos levantamos, fuimos al gimnasio, después a desayunar y volvimos a casa.
Aquel día importante me puse esto.
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Y una vez listos, nos fuimos a la casa de su familia.
-Te ves hermosa.- dijo Hayes mientras manejaba.
-Yo siempre me veo hermosa.- dije riendo y el hizo lo mismo.
-Estoy emocionado.- dijo Hayes.- Les vas a encantar.
El esta feliz, debería estarlo también.
-Yo estoy nerviosa.- dije sincera.
-Tranquila, es difícil que alguien te odie.- me miro rápido y volvió su vista a la carretera.
En menos de una hora llegamos, era un bonito lugar, había mucha área verde y una casa en medio de todo este lugar, podría jurar que estábamos en medio del bosque.
-Llegamos.- dijo mientras apagaba el auto y abría la puerta de su lado. Yo tome mi bolsa y quité el cinturon, Hayes me abrió la puerta y bajé.
Mire todo a mo alrededor, me gustaba mucho.
-¿Te gusta?.- preguntó.
-Bastante.- le sonreí.- Tanto cómo tú.
El me sonrió y se acerco, paso sus brazos por mi cintura y yo las mías por sus himbros, estábamos por darnos un beso cuando el ruido de la puerta abrirse y seguido un grito.
-¡Hayes!.- una pequeña bronceada y cabello claro, salio corriendo en nuestra dirección.
Solté a Hayes y el se giro a recibir en brazos a la pequeña.
-Sky.- la cargo y ella le envolvió el cuello en un abrazo.
-Te extrañamos.- dijo la nena con los ojos cerrados.- Preparamos la comida.
-¿Cocinaste tú?.- pregunto Hayes y se separaron, pero sin bajarla de sus brazos.
