#25: Vayamos al cine

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—Está bien —dijo desinteresado, como siempre.

Este chico era incorregible. Simplemente no me lo podía creer, era un maldito simio bipolar que roncaba. Estúpido.

—Tú apestas —murmuré en voz baja. No quería que el idiota me escuchara, sólo quería desquitarme, aunque si me había escuchado mejor.

—¡Te escuché! —me informó burlón.

—Era la idea —canturreé burlón al igual que él.

Abrí la puerta de la casa para salir, teniendo las intenciones de irme caminando hasta el cine cercano, a pesar de no saber cómo mierda llegar, cuando la voz del simio me detiene y me hace retroceder.

—¡Espera! —dijo él aún concentrado en el celular.

Volteé, entré la casa y volví a cerrar la puerta, esperanzado en que hubiera cambiado de opinión.

—Recuerda que yo te invitaba para pagarte lo de que limpiaste toda la casa —dijo él, y por un momento pensé que sí me acompañaría.

—Pues sí, me acuerdo —dije yo esbozando una pequeña sonrisa.

—El dinero está encima de la mesa —informó él y mi sonrisa se transformó en una mueca enojada.

Que se jodiera el muy imbécil, era un maldito simio imbécil.

Cogí el dinero que NamJoon había dejado en la mesa, para no desperdiciarlo y usarlo en algo útil, y caminé hasta la puerta para salir, nuevamente.

—Bien. Gracias por el dinero —dije con sarna—. Hubiera sido mejor invitar a TaeHyung, es mil veces más simpático —dije para mí mismo y salí de la casa cerrando la puerta de un portazo.

El muy simio imbécil de Joon me había llamado bobo. ¡Bobo! Bobo era él, yo era inteligente, no estúpido. Y así, bastante enojado y con el orgullo por los cielos, me dirigí a la pizzería donde había conocido a TaeHyung.

Me había dicho que la mayoría del tiempo estaba allí leyendo sus libros. Aunque lo dudaba mucho en realidad, aquel era día de escuela, TaeHyung no lucía ser un maleante que se saltara las clases, pero no perdía nada con intentar y echar un vistazo en el local.

Llegué a la pizzería e ingresé un poco temeroso. Me sorprendió ver al chico de gafas allí. Estaba leyendo un libro, y lucía tener buena pinta con tan sólo ver la portada. Caminé hasta llegar a su mesa y llamé su atención picando su hombro. TaeHyung alzó la mirada sorprendido. Yo le regalé una pequeña sonrisa.

—¿Jin? —cuestionó él.

—El mismo —respondí yo.

Él se levantó de su lugar a la vez que dejaba su libro encima de la mesa. Nos dimos un corto abrazo de forma de saludo y nos dimos un leve beso en la mejilla.

—¿Qué te trae por aquí? —me preguntó.

—Bueno, me quedé dormido y no fui a clases, por lo que pensé en ir a ver una película con mi compañero pero... —hice una mueca—, él es un asco y no quiso venir conmigo —me encogí de hombros—. ¿Te gustaría venir conmigo a ver una película?

—Claro —sonrió—. ¿Vamos?

Asentí y él tomó su libro ya cerrado. Salimos del local y, luego de informarle que no tenía ni la menor idea de cómo llegar al cine, él me dirigió hasta el lugar. Llegamos y la gran cartelera se presentó frente mis ojos. Habían más películas de las que yo pensaba.

—¿Te parece si vemos una de ciencia ficción? —me preguntó simpático. Yo arrugué la nariz sin estar de acuerdo.

—No me gusta la ciencia ficción, lo siento. Podríamos ver una de humor —le propuse.

—Odio reír tanto, me hace sentir drogado —comentó él y yo solté una risa ligera.

—Yo sentía lo mismo, pero créeme, será divertido. Vamos —le dije con una sonrisa que esperaba que lo convenciera. Él asintió, sonriendo entretenido.

Caminamos hasta la cabina y pedimos las entradas para la primera película de humor que encontramos. Yo pagué, claramente usando el dinero del chimpancé. Sí, mono, simio, chimpancé, NamJoon, imbécil... no había diferencia.

TaeHyung invitó las palomitas y las sodas. Entramos a la sala de cine con nuestra comida y nos sentamos en nuestros asientos. La mayoría de las personas lucía venir con amigos, pareja o niños para ver la película. Me sorprendió ver que luego de nosotros entrara un hombre solo. Me encogí de hombros mentalmente. Igual y no me importaba quién era el caballero.

Lo que me aterró fue ver que aquella persona solitaria se sentara justo detrás de nosotros. ¿Qué rayos...? Nosotros nos habíamos sentado justamente alejados de los demás para que no nos molestara alguien. Sí, a ninguno de los dos nos gustaba estar tan cerca de las personas que hacían ruido hablando, comiendo o riendo, por lo que nos sentamos un poco alejados. ¿Por qué el hombre se sentaba justo en el asiento que había detrás mío?

Qué irritante.

Empezó la película y la persona de atrás comenzó a masticar sus Pop-Corn fuertemente, hasta podía sentir su mirada puesta en mí como diciendo "te vengo a joder la vida".

Traté de ignorar el ruido y seguir viendo la pantalla, no me iba a distraer y a perder la película por culpa de alguien desconocido. Sin embargo el hombre continuó masticando las palomitas de una manera irritante. Qué horror.

La película siguió su curso obviamente, y justo en una escena que lucía ser interesante, la persona de atrás soltó una carcajada tan fuerte que no me dejó escuchar. «Tranquilo, SeokJin, es un desconocido, no lo asesines...».

La otra cosa irritante que hizo además, fue relajar sus pies en el respaldo de mi asiento. ¡Esto ya era el colmo!

Y justamente a la mitad de la película, en el clímax, un par de Pop-Corn cayó en mi cabello desde atrás. ¡Iba a golpear al muy imbécil!

Me levanté de mi asiento furioso, dejando que mi lado agresivo saliera a la luz, y volteé sobre mis talones decidido, haciendo que mi mirada se posara sobre el sujeto. Y estaba a punto de gritarle «¿¡Qué sucede contigo, estúpido!?» cuando esas palabras fueron reemplazadas por una sola:

- ¿NamJoon? -

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SeokJin quedo como q raios!?!??! XD y por cierto es contare algo triste...mañana entro al colegio :( y ojala no dejen tanta tarea sino se me hara dificil actualizar ojala no,porque adoro actulizar ^^,bye lindxs~

viviendo con el nerd (VCEN1) •• nj.Where stories live. Discover now