Éramos

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Sentí que sonó la alarma de mi celular, la apague rápidamente y seguí durmiendo, hasta que sentí que tocaron la puerta. No tenía intención de abrir, pero de repente empezaron a tocar rápidamente, como si estuviera apurado o desesperado. Me levante de mi cama tan rápido que me dio mareo, y llegue tambaleando hasta la puertea, la abrí un poco, era LuHan. ¿Qué hacia él aquí?

-Déjame pasar-dijo adentrándose

-¿Qué quieres?-cerré  la puerta.

-Solo quería saber cómo va tu pie-

-Está bien, te dije que no me paso nada-lo cual era cierto

-¿Segura? No quiero que te pase nada-

-LuHan, ya deja de preocuparte, estoy bien-

-De acuerdo- todo se quedó en silencio por un largo momento- ¿Desayunamos juntos?-

-No, vete-dije señalando con mi dedo índice la puerta

-¿Qué tienes hoy contra mí? Yo no vengo aquí para molestarte, solo quiero cuidar de ti, como los buenos amigos que somos-

-Sí, pero ya fue suficiente por hoy. Ahora me tengo que ir a bañar, vete- dije muy seria

-Bueno, ve y báñate, yo voy a hacer un desayuno para ti-dijo sonriendo y muy animado

-Como quieras-di media vuelta y me fui al baño.

El agua estaba caliente, y sentía como mis músculos se relajaban, pero después de un rato se empezó a poner helada.

-¡LUHAN!-Grité

-Lo siento- respondió

Terminé de bañarme y me dispuse a buscar la ropa que me iba a poner. Para toda mujer, no importa lo descomplicada que sea, este es un dilema diario. Esta vez, como el día estaba frio decidí ponerme unos jeans negros con una camisa manga larga blanca y una chaqueta de cuero negra, y los mismos zapatos negros de todos los días. Por aparte tenía que llevar un bolso con la ropa de práctica, porque no podía ir a la universidad con licras o leggins, tal vez si podía, pero no tengo la suficiente personalidad para hacerlo (ir con ropa deportiva a la universidad).

-Mira, hice ramen-dijo LuHan orgulloso de él mismo

-Gracias-me senté en mi silla y me dispuse a comer. La verdad estaba deliciosos, se parecían mucho a los que hacia mi mamá.

-¿Te gustaron?-dijo mirándome fijo

-Sí, estaban muy ricos. Pero me tengo que ir, voy a cepillarme los dientes-

-Está bien, yo te espero- dijo llevando los platos al fregadero

Cepille mis dientes y luego amarré mi cabello en una cola alta.

-Me voy-dije cogiendo mi  mochila y guindándomela en el hombro derecho.

-Te acompaño. . .-lo interrumpí

-No, ni loca. Yo me voy por mi camino y tú por el tuyo, coge tus gafas y tu gorra y sal de aquí como un rayo-

-Que agradecida eres-soltó una risita-te ves muy guapa-

-LuHan. . .-señalé la puerta -por favor-

-Está bien-dijo mientras tomaba sus lentes negros y su gorra azul oscuro-nos vemos-salió casi que corriendo y tomo el camino opuesto al mío.

Miré el reloj, iba tarde. Salí de casa con un paso rápido y rogando que el bus llegara rápido. Sonó mi celular, era Sora

-Unnie ¿Dónde te has metido? Ya falta poco para que empiece la clase-

Lo mejor de lo peor que has conocidoWhere stories live. Discover now