Más que Socios | Larry y tu [V.O.M]

Preguntas sin respuesta

P.O.V ____:

Imágenes. Imágenes de nosotros tres en una cama me inundan la mente. Mientras dos pares de ojos me miran atentamente, yo fantaseo en lo que podríamos hacer los tres y me pregunto: ¿Por qué no?

Como algunas personas dicen tenemos a un ángel y a un demonio dentro de nosotros. Mi ángel se niega a una relación con dos hombres, simplemente porque una relación de tres no puede acabar bien. La típica frase “tres son multitud” se repite una y otra vez en mi mente. Mi demonio, en cambio, se niega a que rechace algo que deseo. En eso debo darle la razón… estos dos chicos me han hecho sentir cosas fascinantes por separado, no quiero pensar lo que conseguirían los dos juntos…

Ahora la parte difícil, ¿a quién debo de hacer caso? ¿A mi ángel o a mi demonio?

-¿____? –pregunta Lou con voz preocupada.

Si no estuviéramos en un momento tan tenso me reiría de sus caras. Se nota que están sufriendo de lo grande.

-Puedes pensártelo un tiempo –sugiere Harry.

Yo alzo la vista para encontrarme con dos de los ojos más bonitos que he visto en mi vida. Tanto los de Lou como los de Harry son perfectos… ¿por qué? Todo sería más fácil si no fueran tan… tan ellos.

-Chicos… dejármelo pensar, ¿vale?

Ellos asienten compresivamente.

-Al menos no has salido corriendo… -suelta Lou en voz baja. Yo río débilmente.

-¿Cómo voy a salir corriendo de vosotros? –Harry hace media sonrisa cosa que me alivia porque estaba demasiado serio.

-Si no quieres volver en el mismo coche que nosotros, lo entendemos… -dice él bajando la mirada-. Podemos pedirle a Max que te lleve y luego que nos pase a buscar

-¿Es que no he sido clara? –pregunto un poco enfadada-. ¡No voy a salir corriendo!

Lou esboza una sonrisa sincera y me susurra-: Prométeme que al menos te lo pensaras.

Yo asiento. Por supuesto que me lo pensaré.

El viaje de vuelta a casa lo hacemos escuchando música y sin hablar. Decir que no es un poco incómodo sería mentir.

Cuando llegamos, el portero nos saluda. Los tres le devolvemos el saludo a la vez y entramos en el ascensor. Cuando las puertas se cierran la temperatura de mi cuerpo sube rápidamente. ¿Qué me pasa con los ascensores?

Intentando disimular miro a Lou. Éste mueve la pierna, nervioso. Giro lentamente la cabeza para mirar a Harry y veo que él se está mordiendo el labio. Cosa que hace que se vea jodidamente sexy. ¡Lo que me faltaba!

De repente, sin previo aviso, Lou se abalanza sobre mí, me arrincona contra la pared y me besa. Cuando recupero la compostura, le devuelvo el beso. Sus labios aún saben a fresa y yo los saboreo encantada. Noto a Harry acercarse y, después de besar el cuello de Lou, me separa de él y me besa frenéticamente. Sus labios son distintos… los he besado dos veces y ya sabría distinguirlos sin problemas. Mientras Harry me devora la boca, Lou aprovecha para besar y mordisquear mi cuello.

Si antes tenía dudas, ahora lo tengo claro como el agua. Las puertas se abren y Lou me indica que vaya hacia él. Harry me deja de besar y, en un salto, subo encima de Lou. Comienza a besarme mientras me lleva en brazos y Harry abre la puerta.

-Mierda –oímos maldecir a Harry. Dejo de besar a Lou y le miramos extrañados-. Josh…

¡Mierda! ¡Me había olvidado completamente de él! Me bajo de los brazos de Lou y me peino un poco. Cuando entramos dentro de la casa, oigo susurrar a Lou: