—Por supuesto, deberíamos de ir practicando —extendí la palma de mi mano, abriendo los que dedos para que logre entrelazar los suyos con los míos.

—No creo que sea buena idea... —se alejó.

—Si, lo siento —quité mi mano.

Fuimos al café favorito de Joaco Starbucks. El pidió un frappé y yo un café.

De su mochila sacó un par de libretos para estudiar. Yo solo me dedicaba a mira la delicadeza con la que sorbe sin quitar la mirada del libreto. En ocasiones buscaba la pajilla con la boca abierta y sacando un poco la lengua. Me gustaba como hacía eso.

—¿Qué? —sonrió mordiendo la pajilla — ¿Quieres? —acercó su vaso hacía mi.

— Sí, gracias —antes de meter la pajilla a mi boca, lo miro para que me dé la aprobación de hacerlo, él asiente —Está bueno, ahora quiero uno.

—Hagamos un intercambio. Tú me das lo que resta de tu café y te tomas eso.

—Hecho —dí un trago más grande.

—Espera, creo que fue mala idea —dijo después de darle un trago.

—¡Ay, no Joaquin! —abracé el frappé.

—¿Por qué compraste café si está haciendo un chingo de calor? —agita su mano.

—Ya se está enfriando, así que tómatelo —le sonreí.

—Moriré de calor, y todo por tu culpa —se lo terminó de un trago.

—¡Shot! Ya te hiciste experto —reí—. Oye...

—¿Qué pasó?

—¿Y si vamos a nadar? —ladeé la cabeza.

—¿Qué? ¿Nadar? ¿A esta hora? Son las 7:20, no hay balnearios abiertos ¿O si? —arrugó la nariz.

—No, menso, a mi casa —mordí mi labio inferior.

—Pero no traje nada para...

—Yo te presto un traje de baño, y podemos nadar en la techada, o la que tú prefieras ¿No? —interrumpí.

—Que elegancia ¡Va! Solo le avisó a mi mamá.

—Dile que yo te llevo a tu casa...

⏺️⏺️⏺️

Mi papá nunca está en casa, por lo que, no fue incómodo llegar de la nada con Joaco. A pesar de que siempre estoy en casa de mi mamá, de vez en cuando vamos con amigos a casa de mi papá, así que no será la excepción... Pero por alguna razón tengo el sentimiento de que si lo es.

—Rojo... —busqué más entre la ropa—, Negro ¿Cuál quieres?

—Negro —señalo y se lo arrojé.

—Te esperó abajo, también me voy a cambiar.

Después de unos minutos Joaquin llegó a la piscina. Llevaba puesta una toalla en los hombros.

—No inventes ¡Está impresionante! —admiraba todo a su alrededor.

—Que bueno que te guste ¿Quieres nadar aquí o en la del jardín?

—Aquí está perfecto ¿Me matas si te digo que ya me dió frío?

—No mames Joaco, frío te va a dar si te traigo el traje de baño amarillo... Se te iba a ver bien —dije en tono seductor.

—¡Cállate! —soltó una carcajada.

—O sea, imagínate; se supone que el amarillo hace ver más grandes las cosas ¿No? ¡Wey! Ibas a ser Kim Kardashian con tu mega...

EMILIACO 🏳️‍🌈. #Wattys2019Where stories live. Discover now