Elité: Nada Como Nosotros

Capítulo 8.1

Narra Victoria

Estaba sentada en el borde de la piscina de mi casa haciendo videollamada con Nano.

- Yo voy a recogerte un poco antes al colegio- decía mientras yo lo miraba atentamente- Tu, aprovechando el momento de la fiesta, te escapas, buscas el reloj con Marina. Y a eso de las 10 hacemos el intercambio - baje la mirada haciendo una mueca -Hey, ¿Qué pasa nena?¿Te estás rajando?- pregunto

-Cuentame cosas de Marruecos- dije cambiando de tema -De Assilah, ¿cómo es?-

- Es un poco pequeña. Un poco sucia- empezó a contarme - Solo se puede llegar en coche o por carreteras de mierda -rei y el siguió hablando - Pero, ¿sabes que? Tiene una playa preciosa; junto al zoco. Algún día podrías recogerme del taller de mi colega y vemos juntos la apuesta de sol, es la hostia- propuso y sonreí

-Estuve mirando sitios de buenos hospitales, y he encontrado una clínica de obstetricia y ginecología. Necesitan voluntarios... tal vez sea bueno... ayudar a chicas en mi misma situación- lo mire sonriendo suavemente

- Vale, te recojo yo, pero vemos la puñetera puesta de sol-

-Vale- dije riendo -Oye, Nano, lo siento, estoy un poco... nerviosa- confesé encongiendome de hombros -Necesito un abrazo de los tuyos...-

-Eh, mañana, ¿vale?- pregunto

- Vale...- respondí y cerré el portátil llevando una mano a mi vientre -Pronto nos iremos de aqui... No falta mucho...- susurre y me quedé mirando la puesta de sol

Narra Nano

Entre a casa viendo a mi madre fumando un cigarro y a Samuel con una toalla en el cuello.

-¿Que ha pasado?¿Estáis bien?- pregunte

-¿Tú que crees Nano?- pregunto también mi madre mientras soltaba el humo de su cigarro -¿Tú que crees como estamos?¿Eh? Segunda vez que entran en casa, buscando no se que desde que saliste de la trena, que casualidad, ¿No? A tu hermano lo podrían haber matado, ¿Me oyes?¡A tu hermano lo podrían haber matado, me podrían haber matado a mi! ¿te importamos algo?¿Somos algo para ti?-

-¡Mamá, mamá!- exclamó Samuel y ella la miro mientras yo bajaba la mirada -¿Qué tal si nos tomamos una tila?- pregunto

-Casi que mejor me tomo un whisky- dijo volviendo a mirarme, se paró yendo a la cocina y yo me acerqué a mi hermano

-Dejame ver- dije y le quite suavemente la toalla que tenía envuelto hielo - Que estropicio ha hecho tu madre- volví a hablar

-Estaba temblando- respondió el defendiendola

-¿Ella o tu?- pregunte

-Los dos- dijo serio -Lo siento por tu puto reloj-

- No lo sientas- dije mientras revisaba su nuca -No estaba-