Carta 5

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Eres la primera a la que conocí al llegar.

La primera que me dio su apoyo y palabras de confort cuando me conociste en esa cafetería tan cutre que a mí me encantaba.

Sabes cómo soy, pero nunca supiste porqué vine aquí.

Tras el suicidio de mi hermanastro mis padres volvieron a acordarse de mí, la palizas se volvieron aún más contantes que en mi infancia y pre-adolescencia, me ingresaron varias veces por costillas fracturadas o pulmones perforados. Mi madre murió el mismo día de mi cumpleaños número 19, mi padre murió unos meses después en un accidente laboral. Por suerte había acabado la preparatoria así que no creí que esto fuese a repercutir más en mí, o al menos no psicológicamente. Me equivoqué, nadie quería contratarme, la muerte de mi padre había llamado la atención en las noticias y poco tardaron en sacar a la luz la muerte de mi madre y el suicidio de mi hermanastro. Al menos tuve la suerte de que la hipoteca estaba pagada, aunque no estaba a mi nombre en caso de la muerte de mis padres, al final fui una ocupa de mi propia casa, con el dinero justo que me pagaba el estado por huerfandad, pero no era suficiente, incluso estando de ocupa tenía que pagar la luz, el gas, el agua... acabé trabajando en las calles, vi demasiadas cosas en esa época, vendí demasiada mierda y sufrí demasiadas locuras inconcebibles para mí incluso ahora, que han pasado tantos años.

Tras un tiempo, me cansé, ahorré todo el dinero que pude y vine aquí, os conocí y todo se salió de control, terminé de perderme a mí misma. 

Idol.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora