11

131 10 0
                                    

El CEO me ha mandado al psicólogo.

Dice estar preocupado por mi salud mental.

Pero estoy segura de que solo le preocupa la cantidad de dinero que puede perder por mi culpa, incluso si no valgo demasiado.

El psicólgo viene a verme a casa cuatro veces a la semana.

Siempre me pregunta lo mismo.

De mi garganta no sale nada, está cerrada por un nudo de ansiedad que me ahoga.

Vuelve a irse después de media hora porque yo no he hablado.

Sé que, cuando sale de mi habitación, mientras yo dejo correr las lágrimas por mi rostro, habla con vosotras, os pregunta sobre mí.

A veces os escucho, las paredes son muy delgadas, os he oído decirle que no soy capaz de sonreír o reír con naturalismo, que sólo los finjo, también que no sabéis nada sobre mi pasado.

Me sorprende que os hayáis dado cuenta de mis risas y sonrisas falsas, aunque al fin y al cabo, no sirvo para actuar.

No me sorprende que digáis que no sabéis nada de mi pasado, nunca os he hablado de él, incluso si nos conocemos desde hace años.

Porque me conocisteis unos años después de que todo pasara.

En ese momento aún sabía fingir, o eso creo.

Idol.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora