Capítulo 33:

32 1 0
                                    

Narra Mi:

Ya nos habiamos montado en el avión, el vuelo dura cinco o seis horas. La verdad un viaje algo aburrido pero bueno. Mientras volábamos mi cabeza estaba en otro sitio, no paraba de pensar si se encontraria allí Yake y si estaba como reaccionaría. Pero la verdad es que sabía que no estaba allí, que siendo como es él se habrá ido a Alaska o a Londres. Supongo que su opción es la segunda así estará mas lejos de mi y de Kevin.

Después de un rato Kevin se da cuenta que estoy un poco ida y me pregunta:

-Eh, cariño ¿Que te pasa?

-Yo: Nada, no te preocupes.

El vuelo no se hizo del todo largo, estaba con el amor de mi vida supongo y estábamos feliz de estar el uno con el otro. tenia ganas enormes de llegar, de ver donde había cogido el hotel y de dormir felizmente todos los días a su lado.

Después de unas horas al fin pasamos España y ahí estaba, Francia se veía de arriba hermosa y enorme. Estaba ya impaciente por bajar.

Cuando al fin aterrizamos, cogimos un taxi a la salida del aeropuerto. Kev le dio la dirección y ahí nos encontrábamos. Él y yo al fin en esta ciudad francesa, en la capital de este país. Hoy nos quedaríamos en el hotel. Estábamos cansados y no nos apetecía hacer nada ya que eran ya las 9 de la noche.

Llegamos al hotel y por fin a nuestra habitación, eran maravillosa grande con una televisión de plasma enorme con una cama grande que igual nos perdíamos entre las sábanas y al fondo el cuarto de baño con jacuzzi y bañera.

Era todi perfecto, pero creo que no me merecía una cosa así. Mi vida había sido un KO toda mi vida y ahora que alguien hiciera algo por mi.. Era todo tan perfecto que me entraron ganas de llorar.

Kevin se me acercó y me dio un abrazo y me dijo al oído: "Todo esto es para tí, tú que siempre has estado ahí, tú que haces mis días de color, esto es un regalo para que me perdones por haberte dejado sola con él."

Al escuchar esas palabras yo le abracé mas fuerte y mis ganas de llorar aumentaron pero me resistí.

Después de todo aquello no bajamos ni a cenar, no bajamos ni a cenar al restaurante y nos fuimos a dormir. Estábamos tan ilusionados los dos que tardamos en dormir. Dormimos abrazados toda la noche, se notaba que nos sentíamos bien el uno con el otro..

"Prometeme que nunca te separarás de mi"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora