Amuleto de buena suerte

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El amor es complicado.

De todas formas, ¿Qué no es complicado para nuestro ángel caído? No es ninguna sorpresa que su mala suerte esté a un nivel impensable. Nunca se sintió mal por esto, después de todo la vida de la magnífica Yohane era así, ¡arrojada de los cielos a tierras mortales, no se dejaría llevar por algo tan estúpido como esto! Su mala suerte se debía a una maldición que los dioses impusieron sobre ella para reírse de su desgracia. Sin embargo esta era una situación que requería de habilidades más humanas, sus poderes como ángel caído no iban a funcionar esta vez.

14 de febrero, el ansiado día de San Valentín, donde aquellas parejas comparten una velada, se hacen obsequios y disfrutan de la fecha, algo sencillo ¿verdad?

Por supuesto que Yoshiko jamás había celebrado San Valentín, estas fechas para ella son tierras nuevas, solía estar encerrada jugando y haciendo streaming para entretener a su horda de little demons. Todo esto cambió cuando hace 6 meses ella empezó a salir con Hanamaru, esa pequeña glotona que viene acompañándola desde el jardín de infantes para luego separarse y volver a juntarse años más tarde, ella es la encargada de ponerla en su lugar como mortal cada vez que su personalidad como ángel caído sale a la luz. Hanamaru se le confesó en una iglesia, un tinte un poco irónico pero fue ahí que Yoshiko dijo que sí.

Bueno tal vez este la posibilidad de que no le haya contestado en ese mismo lugar y se haya ido corriendo como una gallina debido a no saber qué hacer y le haya respondido durante la noche por teléfono, ¡pero lo importante es que todo salió de la manera correcta!

El plan de Yoshiko era simple, pasar a recogerla, tomar helado, ir al acuario y otras actividades para que se puedan divertir, al final del día tenía planeado entregarle el regalo.

Pero dicho anteriormente, ¿qué no es complicado para ella?

Planearon quedar al mediodía y ya habían pasado 20 minutos después de ese horario, maldijo su estupidez por procrastinar, durante el camino se tropezó múltiples veces, no era exagerado decir que tenía ganas de ir al cielo y machacar a golpes a los que impusieron esta maldición sobre ella. Cuando llegó se encontró a Hanamaru ahí, aprovechó para recuperar el aire y disculparse por llegar tarde, ella solo sonrió y le dijo que no había problema, Yoshiko sabía que iba a decir eso ella entendía su mala suerte después de todo.

Cuando recuperó el aire pudo apreciarla mejor, iba vestida con un suéter azul, debajo de eso se encontraba su vestido amarillo y tenía su pelo recogido en una cola de caballo, si alguien le preguntaba no dudaría en contestar ¡Era un ángel!

Vio como le sonrió de forma picara, se dio cuenta de la forma en que la estaba observando, ya sentía las bromas venir acerca de eso y ahí empezó oficialmente su cita

Para su sorpresa el día transcurrió sin mayor problema, lograron realizar todas las actividades que Yoshiko había planeado y sin duda la pasaron muy bien.

Llegó el momento, estaba atardeciendo, tenía que entregarle el regalo pero por alguna razón no pudo, empezó a balbucear incoherencias acerca de cosas como ángeles caídos, demonios, etc. Los nervios la consumían y no podía parar de parecer una tonta, fue ahí cuando Hanamaru se empezó a reír muy alegremente, se calmó y empezó a reír también, esto no lo iba a hacer como el ángel caído Yohane, sino como ella misma, Tsushima Yoshiko.

— Zuramaru, quiero darte este regalo, es un collar que hice por mí misma, gracias por acompañarme en este día y por estar a mi lado siempre— dijo mientras sacaba la pequeña caja de su bolsillo con forma de corazón y se la entregaba

Otras personas dirían que fue algo muy frio, pero Hanamaru sabía que su pareja no era la mejor confesando sus sentimientos y le costaba mucho, lo entendía y lo respetaba, ya tendrán tiempo para trabajar en eso.

Cuando abrió la caja se encontró un bello collar de conchas de mar, Hanamaru no pudo evitar esbozar una sonrisa gigantesca

—Gracias Yocchan, ¡no puedo esperar a devolver el favor, quizás hasta te haga un amuleto de buena suerte!— le contestó muy alegre y con un poco de burla respecto a los eventos ocurridos anteriormente

Yoshiko sonrió, no necesitaba algo así, su amuleto de buena suerte ya lo tenía a su lado.

Amuleto de buena suerteWhere stories live. Discover now