Cap.- 26

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CAPITULO 11-Parte 1


-Se lo juro, milord, no fui yo quien alteró los libros. El lujoso estudio de Harry revestido en caoba estaba bañado por la luz del sol, pero la atmósfera permanecía oscura y tensa. El señor Carter se quitó las gafas y frotó las lentes con su pañuelo como si intentara borrar los errores que Harry le había mostrado.

-No pienso eso, señor Carter -dijo Harry en voz baja, mientras le daba un golpecito a su pluma sobre la página abierta -Lo que quisiera saber es quién lo hizo.

Se reclinó mientras el señor Carter estiraba el cuello sobre los libros.

-No estoy seguro, milord. Las modificaciones son tan pequeñas que es difícil saberlo.

-¿Quién tiene acceso a los libros mayores, además de usted?

El señor Carter arrugó el entrecejo.

-Como ya sabe, se guardan en la oficina principal.

Cientos de personas pasan por allí todos los días, pero sise re­fiere al personal, supongo que mis dos asistentes tendrían mayores posibilidades de modificar los números.

-¿Y ellos son...?

-Alexander Long y Christopher Duncan. Ambos han venido muy recomendados para el empleo. -Se inclinó hacia Harry, con alivio en el rostro -En realidad, a uno de los hombres lo recomendó su padre, el Marqués.

Harry suspiró con lentitud. -¿A cuál de ellos?

-A Duncan. Es escocés, creo que trabajaba en la finca de su padre antes de que se mudara a Londres en busca de una nueva posición.

Nick, también presente, aclaró la garganta.

-Puedo reunir información sobre estos dos hombres para ti, Harry. ¿Quién recomendó al otro hombre?

-Creo que ha sido sir Richard Pettifer o el señor John Harrison. -El señor Carter levantó una mano temblorosa para colocar sus gafas otra vez sobre su nariz -No tengo quejas de ninguno de los dos hombres. Siempre han parecido concienzudos, honestos y de confianza.

-Nadie lo culpa, señor Carter -dijo ____ desde una silla en la penumbra de un rincón.

Harry resistió el impulso de mirarla con enfado. Él sí culpaba al señor Carter Era evidente que el hombre era de­masiado anciano para hacer su trabajo correctamente. Como si hubiera leído el pensamiento de Harry, el señor Carter cayó a sus pies.

-Por favor, acepte mis disculpas, milord. Prometo que seré más diligente en el futuro.

____ levantó las cejas hacia Harry. De mala gana, él apisonó su deseo de despedir al hombre en el acto.

-Está bien, señor Carter. Lo superaremos. ¿Puedo sugerirle que mantenga los detalles de esta reunión en secreto? No querríamos que sus asistentes se enteren de nuestra ven­taja y desaparezcan.

-Por supuesto que no, milord. -El señor Carter guardó el pañuelo en el bolsillo con un inconfundible alivio en el rostro -Seré la discreción personificada.

Después de la partida del señor Carter, Harry miró fijamente a Nick y a ____.

Ella le sonrió.

-Fue amable por tu parte permitir que el señor Carter conservara su trabajo.

-Maldito estúpido. Se merece que lo despida. Ha sido negligente. -Harry cerró el libro mayor y se reclinó en el asiento para apoyar sus pies enfundados en botas sobre el borde del escritorio-. Ahora supongo que esperarás que en­cuentre la manera de reemplazarlo sin herir sus sentimientos. -Su voz estaba llena de sarcasmo.

Esclavos Del Sexo  ||Harry Styles y tú|| (Hot)Where stories live. Discover now