-¿estás lista? –suspiro mientras veía mis fotografías adornadas en mi mueble.
-Si.
Le respondí y pase por un lado de el. El salió detrás de mí.
-¿Dónde esta tu auto? –pregunte.
El me miro con expresión escéptica, y bufo.
-¿no recuerdas que por tu culpa me castigaron? –respondió.
Mierda. Lo mire por unos instantes y me empecé a reír.
-Oye… ¡es cierto! Tendremos que ir caminando…ni modo.
Salí por la puerta principal, y él me siguió. Después caí en cuenta que ni siquiera sabía dónde estaba ese restaurant. Así que me gire y lo mire:
-Guíame. Yo no conozco esta ciudad. –ordene.
Rodo los ojos, y camine detrás de el.
La ciudad era chica, y no era difícil andar por ahí en las calles. Incluso la escuela estaba a cuadras. En un solo viaje me aprendí el camino completo…del restaurante y el de la escuela. La luz poco a poco se iba desvaneciendo, e iba cayendo la noche. El clima era perfecto, soportable. Y el aire limpio era fácil de respirar. Las casas eran adorables, las personas también, y era bastante cómodo caminar tranquila. Me hizo olvidar el incidente de la piscina. Había museos. Algún día tendría que visitar uno. Después de pensar tanto en Roswell, recordé que aquí, supuestamente, había ocurrido el tan famoso “incidente OVNI”
Me reí de mi misma, por pensar en esas cosas. Harry me miro con cierto miedo y abrió los ojos.
-¿Conoces algo sobre el supuesto incidente OVNI? –pregunte, mientras caminaba a su lado.
Se me quedo mirando.
-Solo curiosidad. –aclare.
Soltó una carcajada fuerte, como si de verdad hubiera contado un chiste. Fruncí el seño.
-No dirás que… ¿de verdad crees en esas cosas? –se burlo.
Era estresante cuando se ponía con esa actitud.
-No. Te dije que solo era curiosidad. –le recordé.
-Como sea. Son suposiciones estúpidas.
-Solamente quería saber, pero ya no. Olvídalo -Acorte mi paso, y fui más lento. Para poder seguirlo.
-Siento como si fueras mi perro, y te sacara a pasear. –me insulto
Rodé los ojos y no le conteste. Doblamos varias esquinas, y llegamos al restaurante.
-Ordena rápido, que quiero llegar rápido a casa –espeto.
-¿no comeremos aquí? –pregunte con voz apagada.
-¿acaso crees que quiero que me vean contigo? Bastante tengo con salir de casa juntos.
Abrí la boca, pero mejor ordene rápido, pues yo tampoco quería que supieran que estábamos juntos. Me dieron la comida, mas rápido de lo que pude imaginar, y salimos del restaurante.
-Toma esta bolsa, es pesada. –mencione.
-Tú querías comer, tú cárgala.
¡Qué caballeroso!
-No me hables, creerán que somos amigos. –musito, como si quisiera que nadie lo escuchara.
-No te molesto eso, cuando me puse a tu lado, hace unos minutos.
-Dije que no me hables.
Seguí caminando, pero esta vez enfrente de el. Ya me había aprendido el camino.
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No me dejes ir
Teen FictionOtro día más sola. A veces los días se hacen tan solitarios sin su compañía, sin su presencia, pareciera que aun puedo olerlo, como si fuera ayer cuando él estaba conmigo, a mi lado. Todos estos cambios fueron tan repentinos, mi madre volvió a casar...
