III

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Dicen que no hay peor ciego que no quiere ver, pero para mí no es cuestión de ver sino de sentir. Veo las señales que dejas, noto los detalles que quizá sean más que hábitos y costumbres... pero me niego. Me niego a entender su significado, pues eso implica sentir. Así que me niego a sentir, si se trata de admitir y de permitir. Permitir que derrumbes mis muros, que desempolves aquello que dejé bajo llave al fondo de mi corazón, que descubras lo que pocos han podido descubrir, que entres a un lugar que, aún al irte, te guardará.

17.02.19

Los versos de mi corazón Where stories live. Discover now