Capítulo 1 🦋

En başından başla
                                    

Sabía a qué se dedicaba su padre, pero jamás la oí quejarse o sentirse mal por utilizar dinero manchado de sangre. ¿Por qué lo haría? Sus zapatos Louis Vuitton y joyas Cartier costaban una fortuna. Estaba muy cómoda en su burbuja mientras personas inocentes morían por culpa de nuestra familia. Marilla era indiferente a la mafia y a mí me asqueaba.

—Le di mi palabra de cuidar tu virtud.

—Yo no quiero que cuides mi estúpida virtud —gimió en tono de frustración—. Quiero estar contigo, Luca. ¿No me deseas?

Marilla Rizzo era hermosa con su cabello castaño, grandes ojos marrones y labios carnosos. Cualquier hombre se sentiría afortunado de convertirla en su esposa, pero yo la odiaba. Apenas soportaba respirar el mismo aire que ella. No me importaba escuchar sobre las fiestas a las cuales asistía o lo mucho que le ilusionaba nuestra boda. Me caía mejor cuando no invadía mi privacidad.

—Siempre he sido sincero contigo. Eres como mi hermana menor, tienes diecisiete.

Soltó un jadeo horrorizado que atrajo la atención de varios clientes. Probablemente el chisme llegaría a oídos de mi madre y me vería sometido a sus sermones. Ella me obligaba a pasar tiempo con Marilla. Pensaba que de esta manera nos enamoraríamos y adelantaríamos la boda. Ni en un millón de años. No sabía cómo, pero no iba a contraer matrimonio con una chica que estaba más preocupada por sus uñas.

—Siempre usas mi edad como una excusa—Se quejó—. Te amo, Luca. Sé que no sientes lo mismo, pero puedo cambiarlo si me das una oportunidad.

¿Excusa? Cristo, era menor de edad y no se sentía correcto relacionarme con ella. Yo no iba a resignarme a aceptar lo que mis padres esperaban de mí. Estaba destinado a hacer la diferencia. Quería más. Mucho más que una vida delictiva.

—Tu edad influye mucho—dije—. No funcionaremos y es hora de que lo entiendas.

El dolor cruzó sus finos rasgos, pero se recompuso y sonrió forzosamente.

—Tu padre es capaz de matarte si te escucha hablar de esa manera.

—Me hará un favor que agradeceré.

Cuando habló de nuevo, escuché el sollozo en su voz.

—¿Te resulta muy desagradable pasar el resto de tu vida a mi lado? Pon un poco de esfuerzo, por favor. ¿Crees que tengo elección? No. Si no me caso contigo será con otro. Estamos destinados a estar juntos. Acéptalo y será mejor.

Odiaba que sonara como mi madre. La escuchaba decir lo mismo cada día con la excusa de que mi padre no me sometería a sus golpes mientras seguía sus instrucciones. A nadie le importaban mis sueños o deseos. Estaba condenado a ser un títere, pero me prometí a mí mismo que construiría mi propio puente y avanzaría sin las personas que me arruinaron la vida. Yo sería un hombre libre con mis propias reglas y un legado de honor del cuál sí me sentiría orgulloso.

—El toque de queda ha terminado —Miré la hora en el reloj que adornaba mi muñeca y le sonreí—. El deber llama.

—Ni siquiera pedimos la comida.

—Será en otra ocasión. Mi padre quiere verme en la bodega para tratar con un tipo que ha molestado nuevamente.

Las lágrimas llenaron sus ojos y me costó mucho no perder mi poca paciencia. La próxima vez encontraría la forma de evitar sus invitaciones sin mostrarme tan cansado de sus avances. Reconsideraría la oferta de mi padre. Quizás si me involucraba en sus negocios no me vería obligado a cumplir los caprichos de una chica malcriada.

—¿Podemos vernos el viernes? —preguntó.

Emití un suspiro de agotamiento.

—No puedo —dije y señalé al hombre que custodiaba la puerta—. Desde el atentado mis salidas son muy limitadas.

Belleza Oscura [En Librerías]Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin