Querida Olivia:
Mi hermana menor fue la que te adoptó y tu ternura cuando eras una cachorra fue lo que me hizo convencer a mamá para que te tuviéramos. Nunca te abracé ni te regalé un beso, por mis temores que tengo con cualquier animal. Créeme que me arrepiento.
Pero... dime, ¿quién me esperará frente a la puerta todas las tardes cuando vuelva a casa?
Aún no puedo creer que alguien te haya envenenado y por lo que mis padres hablaron, sé que hiciste esfuerzo y regresaste como pudiste a casa.
Nunca pensé llorar por la pérdida de una mascota, pero tú has logrado más que eso.
Te extraño.
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Cuentos cortos para no dormir.
Короткий рассказ¿Estás aquí porque quieres conciliar el sueño? O, ¿pasar el rato? No te abalances al siguiente paso, pues existe una leyenda para quienes leen esta historia. Cuentos cortos para no dormir es una serie de relatos, unos forman parte de retos y otros f...