Capítulo I: Infarto

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Luciendo su nuevo traje consistente en botas cuero negro, pantalones militares, chaqueta aviadora negra y una capucha de sudadera blanca -todo reforzado en kevlar por ordenes de su madre- y algo frustrado por no poder llevar su pequeña ametralladora automática a su primera misión- su padre insistió en que usara el boken, ya que al ser un arma blanca no dejaba pruebas rastreables- Kenji espera oculto entre las sombras de un callejón frente a un mirador de los cerros orientales de Bogota.
-Estas en tu posición?
-Afirmativo.
-Tienes frio?
Kenji sonríe y sube su bufanda para proteger su cara.
-No ma, estoy bien.
-Alista tu arma.
-Esta lista hace tres horas, aunque insisto que debí traer a "Lucy"
-Después lo discutimos, están aproximándose.
Un grupo de 4 hombres maduros se bajan de una camioneta 4x4 en un descampado arrastrando a un joven a quien llevan con una bolsa sobre la cabeza, Mitsuko obtuvo información sobre un grupo paramilitar de humanos que esta desapareciendo a Mogs reformados por todo el sur de la ciudad, lo cual obviamente es una violación a la Legislacion Mundial Para La Convivencia. Asi que la primera misión de Kenji será salvar al líder comunitario de origen Mog de ese barrio, y obtener toda la información posible sobre el paradero de los mogs desaparecidos, de alguno de los miembros de la banda a cualquier costo.
El Mog es puesto de rodillas frente al más maduro de sus captores, un hombre de unos 50 años, con una marcada obesidad abdominal, una calvicie incipiente que intenta ocultar peinado algunos de sus cabellos sobre ella, quien usa un anillo en cada dedo, apunta con una clásica 9 mm en la frente del Mog.
-Ahora mierda alienígena, donde esconden a esa perra folla aliens?
-No se de que habla señor.
-Claro que lo sabe escoria- replica el otro, propinándole una poderosa patada en la nuca que casi lo hace perder el conocimiento.
Kenji respira hondo, y recuerda una de sus primeras lecciones a los 5 años, jugando a encontrar tesoros escondidos entre el desorden de su casa, mientras su madre le repetía como si fuera un mantra: "siempre observa, oye, y huele todo a tu alrededor, controla las amenazas" aún recuerda cómo se golpeó la cabeza abriéndose una pequeña herida en la frente.
La luz de una farola tiembla con el viento, Kenji nota que los 4 hombres van armados con pistolas y navajas, empuña su boken con una mano, y se dispone a atacar, cuando siente el cañon de un revolver en su nuca, escucha como se libera el seguro.
-Quieto.
Se mueve rápidamente girando sobre las puntas de sus pies robando, el angulo de tiro, su boken le rompe las rodillas al sujeto, mientras de su manga se desliza un cuchillo y penetra el cuello del sujeto a nivel de la tráquea destrozándole las cuerdas vocales, Kenji saca el cuchillo del sujeto tan rápido como lo penetro, una manera rápida de acabar con una amenaza sin derramar mucha sangre y sin matar a nadie, ese hombre no volverá a hablar con nadie. El sujeto presa del miedo cae desmayado, aun asi Kenji se toma unos cuantos segundos para partirle los codos, sabe que el mog no será asesinado pronto, los matones necesitan saber donde esta la humana que esta casada con su hermano.
-Tenemos que hablar de ese error.-dice la voz de su madre dentro de su cabeza trasmitida por el auricular.
-Lo se.
-Debes ser mas cuidadoso.
-Lo siento ma, no te oigo- se saca el auricular al ver que la situación entre los captores y el mog se esta poniendo tensa.
Toma una piedra de la calle y con toda su puntería la lanza a uno de los sujetos, resultado fractura de metacarpianos, y un sonoro grito que rompe el silencio del cerro y una pistola menos a la que enfrentarse. Desafortunadamente las otras tres abren fuego contra Kenji, descargando casi todos sus balas contra el, una de ellas golpea su hombro derecho haciéndolo perder el agarre del boken, y la otra en el muslo izquierdo, pese a que ninguna de las balas penetro el Kevlar el dolor es insoportable, haciendo acoplo de toda su concentración para acallar su instinto de supervivencia se lanza contra ellos, noqueando al primero con una poderosa patada frontal en la mandibula, el segundo pierde el aire y el equilibrio ante un poderoso puño en el hígado y un cabezazo en la nariz, por los cuales cae por la baranda del mirador, el gordo intenta recargar su arma pero es traicionado por sus nervios y las balas caen al piso.
-Ale... aléjate de mi sucio mog.
-Vamos viejo... quien dijo que soy un mog? Yo solo quiero hablar- Dice Kenji acercándose lentamente
-No tengo nada que hablar contigo traidor de tu especie- el hombre retrocede y cae mientras su respiración se acelera y el sudor escurre por su frente y sus axilas empapando su sucia camisa.
-Viejo, por favor tranquilízate, vas a sufrir un infarto o algo.
El hombre se lleva la mano al brazo izquierdo, mientras su rostro se contrae por el dolor y el hombre cae. El hombre al que Kenji le fracturo la mano se esta sobreponiendo al dolor e intenta huir.
-Me van a matar por esto- susurra Kenji- Tu ayuda a este hombre mientras yo atrapo al otro- le indica al mog, mientras le quita la bolsa de la cabeza y rompe sus ataduras.
El mog huye antes de seguir cualquier indicación.
-Carajo!
La decisión está tomada, rápidamente se pone al lado del hombre y empieza a comprimir su pecho, por cerca de treinta minutos sin parar, sin importar cuanto duelan sus brazos y su espalda.
-Ya déjalo hijo- dice la voz de su padre mientras le pone una palma en la espalda- no hay nada que puedas hacer.
Kenji esta bastante agitado, abraza con fuerza a su padre, ninguna lagrima escurre de su cara porque sabe que ese hombre no las merece, ninguno de los sujetos que enfrento esta noche las merece, pero una cosa es quitarle la vida a una persona en una pelea y otra es quitársela a alguien indefenso.
-Fracase mi misión- susurra para si.
-Yo no creo- dice su madre con un tono seco- el que huyo infundirá temor en los criminales del lugar y lo que hiciste con todos los demás aumentara tu reputación- el padre de Kenji la mira molesto- además tenemos un sobreviviente, aunque nos tomara un poco de tiempo lograr que hable
Kenji agacha la cabeza resignado.
-Bien hecho Kenji- dice su madre sonriendo- vamos a casa, te ganaste una porción de pizza.

KenjiWhere stories live. Discover now