Prólogo

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Todo empezó un Viernes cualquiera cuando quedaron para pasar la tarde y dar un paseo por el cual la ruta pasaba por un banco y se sentaron allí.

- ¿Qué es eso que brilla tanto? - Dijo Elisabeth.

Todos miraron a donde estaba señalando Elisabeth.

- ¿Y si lo cogemos? - Dijo Andrew.

Se acercaron al sitio, estaba entre unos matorrales, había seis rocas de colores que brillaban: Una azul, otra roja, otra verde, otra marrón, otra amarilla y otra blanca, brillaban tanto que cegaban.

- ¿Qué es esto? - Preguntó Ane.

- No lo se, ¿las cogemos? - Dijo Alison.

Y eso hicieron, cada uno cogió una y empezaron a unirse con rayos de luz del color correspondiente de cada una, en el centro salió una mujer que obviamente no era real.

- Hola, si estáis viendo esto, he de anunciaros que debéis poneros estas piedras, bien de collar, de pulsera, de tobillera... Pero siempre tenerla con vosotros, también he de deciros que sois los protectores de la tierra y que no debéis decírselo a nadie, ni a vuestros padres ni a nadie, y para convertiros tenéis que decir buestro poder.

- ¿Y cómo sabemos cuál es noestro poder? - Dijo Alan.

En ese momento desapareció y con ella los rayos de luz.

- Y... Ahora que hacemos? - Preguntó Ane.

- Pues lo que nos ha dicho la mujer - Dijo Elisabeth emocionada, a la que le encantaban los super héroes.

Después de eso, fueron a un relojero para que se las pusiera en un collar, cuando se lo pusieron notaron un leve mareo al principio y luego empezaron a experimentar cada uno una cosa diferente: Andrew empezó a escuchar a los que estaban en la otra punta de la calle, Elisabeth empezó a escuchar los pensamientos de los demás, Mathius empezó a correr tan rápido que ni se le veía, Alison empezó a levantar piedras y coches con la mente, Ane empezó a desaparecer y aparecer vestido de griego y
Alan empezó a coger los gorros de la gente siendo invisible, los seis se quedaron petrificados.

- ¡Ohhhhh! - Dijimos todos a la vez.

-Entonces, yo que tengo el poder de la telepatía digo ¡Telepatía! No, ¡Telepática! Tampoco, ¡Telepatical! Joooo ¿Y cómo se supone que nos vamos a convertir si ni siquiera sabemos cómo nos llamamos? - Dijo Elisabeth.- ¡Alan! - Dijo leyéndole el pensamiento - ¡No pienses en levantarle la falda a las chicas aprovechando que eres invisible!

Y todos se rieron por el comentario de Elisabeth.

- ¿Y cómo vamos a salvar la tierra si somos unos adolescentes de 14 años, y encima estamos en el instituto? no podemos faltar a las clases - Dijo Alison.

- Es verda, ¿ Y nuestros padres? - Dijo Mathius.

- Ya habéis oído lo que ha dicho la mujer de nombre desconocido - Dijo Alan.


The Super Natural Boys And GirlsOn viuen les histories. Descobreix ara