Capítulo 26: El autor de las pistas

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Capítulo 26: El autor de las pistas

Dos semanas, dos semanas pasaron desde que mi padre se enteró de donde y en que trabajaba, una semana ha sido el tiempo en el que mi padre lleva trabajando en la sede de informático ayudando a Carlos y una semana desde el entierro de mi madre

Cada vez estamos más cerca de Egor y Dimitri, gracias a mi Padre y todo lo que ha aportado a esta misión

 

Pero todavía sigo teniendo mis preguntas.

 

-Papa, necesito tu ayuda- dije a mi padre mientras yo posaba mis manos sobre su silla de trabajo.

 

-Dime cariño-dijo el girando la silla

 

-Te acuerdas de lo que te dije del sueño y la visión ¿no?-dije yo

 

-Claro-dijo él

 

-¿Tú o mamá pusisteis esos papeles?-le dije yo

 

-No, nosotros estuvimos todo ese tiempo en el trastero encerrados-dijo él

 

-Pues no sé quién es el que quiere ayudarme con todo esto, no se dé más personas que sepan esto-le dije confusa y dando vueltas por la sala

 

-Oye si viste un papel de esos en tu visión, que fue un recuerdo, tal vez el papel siga en el laberinto ¿no?- dijo él levantándose de la silla

 

-Es verdad tienes razón, llamaré a Pedro para que llame a los técnicos para que inspeccionen todo el laberinto-dije yo emocionada con el teléfono en la mano

 

-Si encuentran algo puedo intentar encontrar algo, como huellas o algo que identifique a la persona que puso el papel en las dos escenas-dijo él

 

-Entendido-dije mientras me iba por la puerta.

 

-¡Alejandra!-dijo una voz detrás de mí

 

-¿Si?-dije girándome

 

-¿Como vas con tu padre?-dijo Miguel dado de la mano de Clara

 

Yo les miré las manos por un segundo pero rápidamente centré mi mirada en ellos

 

-Pues bien, aunque no podamos convivir juntos, por lo menos está vivo y podemos vernos-dije

 

-¿Y eso porque?-preguntó Miguel

 

-Porque si encuentran a mi Padre, me encuentran a mí, y es muy peligroso, Pedro quiere protegerme mucho

 

-Oye, mi padre dice que tenemos que mudarnos, ya que los hermanos saben dónde vivimos-dijo Clara

-Vale no te preocupes, ¿Ya sabe a dónde iremos?-dije instantáneamente

 

-Sí ya tiene la casa, es muy bonita e igual de grande que la otra, y ya han instalado los ordenadores, cámaras, paneles, etc…-dijo Clara con un tono de ilusión

 

-Perfecto, bueno adiós-dije mientras entraba en el ascensor

 

-¿A dónde vas?- preguntó Miguel

 

-A los calabozos a ver a Rafael-dije

 

Al llegar a la planta pude observar que la cantidad de presos había aumentado, no eran violentos pero eran demasiado ruidosos, e iban a estar aquí poco tiempo, solo son sospechosos que corren peligro

 

-¡Rafael!-grité delante de su celda

Él se giró y me miró con cara de sorprendido

 

-Vas a decirme porque quisiste hacerme pensar que mis padres habían muerto ese día-dije furiosa

 

-¿Ya has encontrado a tu Padres?-dijo él con tono maligno

 

-Dime que narices pasó ese día-dije yo

 

-Vale te lo contaré todo, ya no pueden matarme. Egor y Dimitri me mandaron que dejara inconsciente a tus padres pero que hubiera la suficientemente sangre como para, que tu creyeras que estaban muertos y poder chantajearte con eso, luego cuando tus padre estuvieran inconscientes tenía que extender la sangre por las paredes, coger a tus padres meterlos en una furgoneta y dejarlos en el descampado de un parque abandonado en el sur y así hice esa fue mi misión-dijo él serio

 

-Abran la puerta-dije a los guardas

 

Ellos cuando abrieron la puerta entré y le peque un puñetazo en la cara a Rafael y lo deje en el suelo con una herida en el pómulo.

 

-Cada vez que veas esa cicatriz recordaras lo que hiciste-dije yo a Rafael mientras me iba de su celda

Salí de la sede, me fui al laberinto y cuando llegue estaban los técnicos, Pedro y Álvaro.

 

-¿Habéis encontrado algo?-dije mientras andaba hacia ellos

 

-Todavía nada, tal vez con la lluvia y todo eso, se ha perdido o volado o algo parecido-dijo Pedro

 

Fui hacia la entrada del laberinto y me metí a buscar el papel por mi cuenta, cuando estaba en el centro del laberinto me puse a observar todos los arbustos y a mirar por el suelo por si veía algo.

 

Se hizo de noche y todavía nadie encontró nada, pero en ese momento caí, todo el mundo estaba buscando donde vi el papel, pero tal vez el papel se moviera así que fui hacía la parte de atrás de la pared y encontré el papel justo debajo del arbusto, agarre unos guantes y cuidadosamente cogí el papel.

 

-¡Chicos!-grité

 

-Lo he encontrado-volví a gritar

Un chico joven trajo una bolsa de plástico para que pusiera el papel dentro, y así hice.

 

Llevaron el papel al laboratorio y mi Padre lo analizo.

 

-Alejandra, he encontrado una parcial de huellas-dijo él con la voz temblorosa

 

-¿Y bien? ¿De quién es la huella?- dije ansiosa

 

-De tu amigo Miguel

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