Capitulo 24. Antonov.

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—¿Enviaste a los rastreadores a examinar la escena? 

—Si, no encontraron nada, al parecer venía de río arriba... —El auto se mueve con instrucciones de llegar al hospital lo antes posible mientras se encargan del asunto. 

—¿Interrogaron al granjero? ¿Sabes si escucho algo? —Erick asiente 

—Dice que horas antes escucho aullidos río arriba, pero no se atrevió a salir — Fletcher observa a su amigo y pregunta; 

—¿Por qué no salió? 

—Tiene una esposa Omega enferma —El alfa comprende totalmente la situación y se enfoca en mirar al frente. Se muestra un poco impaciente. Un Omega lastimado es algo que hacía tiempo no pasaba. Si el examen de abuso sexual sale positivo, sería un gran alboroto. Pues se anunciaría que hay un violador en la manada, y que nuevamente, como hace años, la manada ya no es segura para ningún omega. 

Después de eso, ambos guardan silencio y esperan pacientemente a que el chófer llegue al hospital. Desde la mansión Antonov hasta el hospital, transcurren casi diez minutos y cuando llegan, Fuera del hospital está el equipo de operaciones tácticas más importante de la manada; "Ghost" . Los únicos a los que se les permite usar armas de fuego. Su líder; El capitan Andréy Ryabinsky el hombre más letal y leal a la manada.

Se levanta, se pone firme y agacha ligeramente la cabeza en una especie de saludo cordial.

—Alfa —Dice, y los demás miembros se acercan de a poco. 

—¿Tienen alguna noticia? ¿Encontraron algo? —Pregunta Fletcher y el hombre asiente. 

—Esto es posiblemente más grande lo que imaginamos —Hace una pausa — Anoche, tuvimos reportes de que había alboroto en los límites de nuestra manada, con la manada central . Fuimos a investigar, pero no pudimos encontrar a nadie.

—¿Cree que haya intentado entrar? —Fletcher se recarga en el auto, se cruza de brazos y sigue escuchando atentamente mientras busca una posible respuesta a tantos incidentes en una noche. 

—No había rastro o aroma de intrusos. En cuanto nos enteramos del Omega, vinimos, tenemos la creencia de que el chico podría estar involucrado en el asunto. Y queremos interrogaron cuanto antes —El Alfa chasquea la lengua y niega. 

—Tendrá que esperar señores —Hace una pausa y suspira —Es una posible víctima de abuso. Tratemos el tema con delicadeza.

—Lo sabemos, pero las pruebas dactilares arrojaron que no es un miembro de nuestra manada, es un intruso —Andrey habla un poco descontento. Detesta a los intrusos. Pues desde que unos intrusos entraron a su casa una noche hace veinticinco años y mataron a su hermana y madre, entreno y se convirtió en un monstruo capaz de frenar innumerables amenazas. 

—Ya sea de muestra manada o no, debemos tener un poco de tacto —Fletcher mira atentamente el suelo y luego levanta la vista para observar al hombre y clavarle la mirada —No sabemos los horrores por los que atravesó ese pobre chico para quedar a la orilla del río. 

—De acuerdo —Suspira Andréy dándose por vencido para luego agachar la cabeza y clavar su mirada en el suelo mostrando sumisión total —Nos retiramos por ahora, esperaremos a que mejore y volveremos para hacerle unas preguntas. 

—Muy bien —Exclama el alfa con ánimo y luego golpea amablemente el hombro de Andréy, uno de los pocos a los que puede llamar; amigo, un hombre leal, de confianza. —Gracias por entender —Susurra y se encamina al hospital. 

—¿A qué se debe tu interés en venir a ver cómo está un Omega? —Pregunta su lobo, Mark. 

—Me preocupa —Suspira con pesadez al escuchar a su lobo haciendo eco en su cabeza y molestándolo. 

¡No Me Lastimes!Where stories live. Discover now