Sobredosis de soledad que vilmente me estás matando. Dame un respiro. Un encuentro. Una casualidad.
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Hola, mamá:
Sé que las cosas no están bien por casa, pero quisiera decirte que lamento que no hayamos sido nunca de esas personas que se preguntan "¿cómo estás?" o que nos haga sentir incómodo realizar ese tipo de preguntas.
A veces quiero saber de manera genuina, pero no sé por qué me hace sentir tan raro querértelo preguntar a vos o a cualquiera que esté en casa. Me alegra haberme ido, sería una carga más y ya hay mucho con lo qué cargar. Económico, salud, familiar. Un bodrio todo, lo sé.
Pero yo estoy bien.
Un poco solo nada más.
A veces tengo ganas de gritar, pero me mantengo en silencio. Silencio. Silencio. Mucho silencio.
Nunca creí que dolería tanto.
Perdón, tengo que dejar esto.
Te qui... No. En la familia nunca nos dijimos "te quiero".
