Dime ven

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Siento mucho haber tardado tanto, pero simplemente no tenía inspiración, no estaba muy convencida con el resultado y no sabía cómo continuar...

Este capítulo va dedicado a M5523ch1l3

Muchas gracias por tus comentarios y el apoyo que has dado a esta "historia". Siento si no es lo que esperabas...Me ha costado bastante, espero que te guste...

Para hacer esta historia he tomado inspiración en algunas frases de Albert Espinosa, y el título es el de uno de sus libros.

sɪ ú ᴍᴇ ᴅɪᴄᴇs ᴠᴇɴ ʏᴏ ʟᴏ ᴅᴇᴊᴏ ᴛᴏᴅᴏ, ᴘᴇʀᴏ ᴅɪᴍᴇ ᴠᴇɴ

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Recuerdo aquellos días con una perfección tan exacta que parecen escurrirse entre mis dedos...

Rememoro la época en la que ningún tipo de "problema mayor" invadía cada uno de mis pensamientos, que agotaba cada una de mis ganas y esperanzas por seguir aquí, luchando...

Y me siento tan feliz...

Feliz de haber podido llegar hasta donde he llegado, feliz de haber podido seguir mi sueño y alcanzar aquello que tanto anhelé; destacar en un campo que realmente amaba.

¡Dios!. Alcancé la fama con mis canciones. Yo nunca llegué a imaginarme que alguien iba a escuchar mi música, la forma en la que me desahogaba en cada una de mis canciones... ¡Es todo una verdadera locura!.

Una de las enfermeras en el hospital solía decir que <<todo el mundo tiene dos cumpleaños...Uno es el día que nace y el otro es el día que despierta a la vida>>. Nunca había estado tan de acuerdo con nadie.

Sé de sobras que lo mejor sería dejar de lado todos los pensamientos negativos, pero la realidad de este mundo es como la fotografía... Necesitas negativos para realizar el positivado del papel.

Cuando me dijeron que tenía cáncer... Bueno, no puedo decir que fue fácil aceptarlo porque no lo fue.

Nada es un camino de rosas...

Decidí seguir con los conciertos a pesar de las complicaciones que conlleva un cáncer, pero después de dos años los ánimos que algún día habían llegado a florecer dentro de mí se iban marchitando poco a poco, paulatinamente.

Con todo y con eso, la música era una vía de escape de mi realidad. Tal vez mi realidad era dura pero, al fin y al cabo, era mía.

Al anular todos mis conciertos, decidí volver a una de las ciudades que se había ganado con creces mis respetos, una pequeña urbe que me había visto crecer, tanto por fuera como por dentro.

Así, de paso, aprovecharía la oportunidad que me había sido brindada para agradecer a algunas personas las huellas que habían sellado en mi alma.

No sabía a ciencia cierta dónde se encontraban todos mis antiguos compañeros, pues después del instituto nos habíamos distanciado un poco. Sólo había mantenido contacto con Rosalya y con Alexy.

Con mi mano, suave y pálida, acaricié los muros del Sweet Amoris, un lugar que un día llegó a ser mi segunda casa.

Lo miraba todo de una forma tan distinta... No pude evitar soltar un par de lágrimas que acabaron repicando contra la acera.

One-Shots (CDM-CDMU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora