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Hola, hola :) Muchas gracias por leerme <3 Quería pedir que si os está gustando esta historia, como no tiene muchas visitas, la compartieseis con vuestros amigos o en grupos de redes sociales donde se hagan recomendaciones o donde se hable de escritura, wattpad, yaoi, cosas sobrenaturales, etc.

También estoy publicando ahora mismo un omegaverse que se llama ''Omega ladrador, poco mordedor'', agradecería mucho que os pasáseis a leerlo. La versión física del libro tiene unas 500 páginas, así que es una historia larga. Los capítulos son cortos, así que actualizo muy seguido, varias veces por semana :D Dicho esto ¡A leer!


—¿Ahora? —pregunta Dunkel girándose hacia mí, los dos otros vampiros también se voltean con cara de fastidio y los colmillos amenazándome.

—Ahora a la derecha unos minutos más y después solo hay que cruzar una cascada y después de eso hay una pequeña zona boscosa que nadie conoce. En la parte más honda es donde entrena mi hermano, así que irá armado.

—Tendremos cuidado. —dice Dunkel asintiendo de forma mecánica, aunque con un leve destello en sus ojos. —Gracias. —mis mejillas se colorean al escucharle reconocer mi ayuda y los demás solo observan a su líder con asco.

—¿Por qué tenemos que traer a este debilucho, Dunkel? Él solo hará que todo sea más difícil. —objeta el hombre llamado Sul, cambiando su cara amenazante por una apenada al dirigirse al vampiro.

El otro tipo, Samael es su nombre o eso tengo entendido, solo viaja a nuestro lado con la boca sellada y un aura que me alarma por alguna extraña razón.

—Porque él es el único que sabe cómo llegar y, además, un debilucho molesta menos que un vampiro fuerte quejándose como si fuera un debilucho, así que cállate.

Intento contener una pequeña risita que pugna por salir, hormigueando en mi garganta, pero el trabajo lo hace Samael cuando me mira con total seriedad y aniquila en mí las ganas de sonreír.

Durante el resto de la caminata no puedo quitar mis ojos de ese hombre; miradas furtivas, espionaje de reojo y muchas miradas de soslayo se me escapan, mi corazón se paraliza al verlo, mis ojos sienten que necesitan tenerlo localizado antes de que haga algo ¿El qué? No tengo ni idea, pero me asusta demasiado su presencia, así como el hecho de que captura cada una de mis miradas con sus ojos y permanezca impasible, mirándome fijamente como una especie de venganza por haberlo hecho yo antes.

Me hace sentir incómodo, inquieto y preocupado, pero no puedo decírselo a Dunkel ahora, solo aguantar mis nervios y caminar tras la sombra de su cuerpo esperando que ese resguardo me proteja.

Finalmente llegamos al lugar y a unos metros de la zona donde sé que Bruce está entrenando puedo ya oír su voz agotada y el silbido de su filo cortando el aire. Nos acercamos, cautelosos, y Dunkel mira a través de unos arbustos como mi hermano pelea contra enemigos invisibles y salpica de sudor y dedicación toda la tierra.

—Nos vamos a acercar pacíficamente, le daremos la opción de someterse. Somos muchos, si es inteligente caerá de rodillas en menos de un minuto. —dice Dunkel. Todos asienten, yo también lo hago pese a que sé que no resultara.

Bruce ha sido forjado como la persona más insanamente obstinada que jamás haya podido conocer y aunque odio eso de él, le quiero; además, sé que algunas partes de su carácter no son suyas, sino solo piezas que mi padre ha encajado en su cabeza a la fuerza y jamás podría culparle por ello.

Los vampiros salen de su escondrijo y se acercan a paso lento hacia él, conmigo detrás, escondido entre sus cuerpos y lleno de vergüenza. Sé qué pensará que soy un traidor y lo que más me duele es que es cierto. No tengo argumentos con los que explicarme que no debe odiarme, porque realmente debe hacerlo.

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