XXXIV

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-¡Señor Kaiba!-grita uno de sus guardias-Las ramas, y toda la vegetación se están secando.

Kaiba: Ya era hora de que arreglarán todo éste embrollo-dijo con indiferencia, mientras mira por la ventana de cómo se muestra que la vegetación se está muriendo y poco a poco la ciudad está siendo liberada de tantos enruedos.

El lugar dónde estaba el árbol, dejó un gran agujero en el suelo junto con partículas de luz amarillas; el bosque de igual manera está desapareciendo, todos están en silencio, observando el lugar mientras aterrizan y se reúnen con Yusaku y Takeru.

Yusaku: Al fin y al cabo, tomaste la decisión de destruirlo.

Yugo sólo asintió con la cabeza baja, parece cómo si hubiera matado a su propia familia, pero ¿Cómo es eso posible? Ni siquiera logró escuchar de nuevo la voz de Yuya en su mente, ni siquiera cuando llegaron al lugar de origen, el dragón blanco sólo gruño para darle un poco de apoyo al menor.

Yuri: Ya terminamos con la misión, seguramente la ciudad ya debe estar a salvo.

Yugi: Si ya no hay nada que hacer aquí, es mejor regresar, para ver como están las cosas.

Judai: ¿Yugo? ¿Vienes?

Por obvias razones, el chico está triste, sin ganas de hablar, el mayor creyó que iba a llorar, pero no fue así, sino que solamente está perdido en sus pensamientos, ya ha derramado lágrimas, no puede llorar más. Yuto se acerca a él y toca su hombro izquierdo.

Yuto: Vámonos ya. Dijiste que esa era la voluntad de Yuya y la cumplimos, ahora sólo nos queda irnos.

Rei quería decir algo, pero no hay palabras para ésta ocasión, no cuando hayas destruido algo que te importa.

Yugo: Ya...no queda nada-susurró.

Yuto: No. Ya no hay nada que hacer aquí, regresemos.

Todos salieron de Vrains.

Kotori se sorprendió cuando Yuma logra abrir los ojos.

Kotori: ¡Yuma!

Yuma la mira-Hola, Kotori.

Kotori: ¿Cómo te sientes?

Yuma: Bien.-se incorpora-oye, quiero ir a la ciudad Domino.

Kotori: Pero la ciudad...

Yuma: Está salvada.

Kotori: Si quieres, puedes contarme lo que pasó.

Por otro lado, Yusaku y Takeru regresaron al lugar dónde estaban antes de entrar a Vrains, en la camioneta de Kusanagi.-Felicidades, chicos, lograron eliminar el problema.

Takeru: La verdad, no hicimos nada.

Yusaku: Yugo fue quién tomó la iniciativa de destruirlo.

Kusanagi: ¿Y qué hay de Revolver y su sequito?

Takeru: Desaparecieron cuando el árbol explotó.

Kusanagi: ¿Era verdad que quería apoderarse del árbol?

Yusaku: Por desgracia, sí.

En eso alguien toca la puerta de la camioneta.  

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