Me desperte a mitad de la noche y vomité todo lo que había bebido hace un rato. Luego no aguanté el olor a vomito, asi que encendí la ducha y me metí bajo ella, así, con ropa y todo lo que llevara encima.
Cuatro Horas después, un tranquilo domingo.
Amanecí ahí tirada con todavía el agua cayendome, tenia un dolor de cabeza monumental y no soportable. Ni siquiera habia recordado como había llegado ahí, pero estaba segura de que no había sido por algo bueno y seguramente era culpa de Mike.
Mike entró al baño con su cepillo dental y me vio ahí tirada.
- ¡¿Qué haces ahí mucama?!-grito al verme.
- ¿Podrías bajar la voz? ¡Me duele la cabeza!
- Pero si tu también estas gritando-replicó poniendo crema dental en su cepillo.
- Tu... Tu me hiciste eso...-lo señale con el dedo índice y temblando por el frío.
- Yo te lleve a divertirte, estabas dejándome sordo con tus rancheras y mordiendo osos de peluches. De nada- dijo con pasta dental en la boca.
- ¡Cierra la boca idiota! ¡Que desagradable!-le dije cubriendo me los ojos para no verlo.
-¿Tu que hablas? estas tirada en el piso de un baño y a tu lado hay un inodoro con vómitos mucama- comentó escupiendo la crema dental y enjuagando su boca-Sigo esperando un "gracias" por la salida de ayer.
-¿gracias? ¿gracias por emborracharme y por dejar que hablará con un gato y luego gritarle a todo el mundo que yo había sido engañada?
-Sip.
-¿Sabes que mereces realmente?
-¿Una estatua en mi honor en tu patio trasero?
-Una patada en tus pelotas- Sonreí dulcemente. Un sonrisa que junto a unas palabras que amenazan con dejar a un hombre sin hijos se veía verdaderamente aterradora.
El se sorprendió o se asustó, no podía con exactitud saber cual de las dos era su expresión.
-¿No te gustó como te ayudé a pasar el despecho?
-¿Querias ayudarme? pues hubieras comprado the notebook y un par de chocolates.-Le sugerí levantándome del suelo.
-Creo que eso hubiera hecho que cantaras mas. Algo para lo que no tienes talento, así que no pienses en dedicarte a ello.
-tu no intentes animar a nadie más, conseguiste que me sintiera fea, botada, desechada, remplazada y ahora con resaca. Gracias Mike, gracias.
-Deberías ducharte. Hueles como un desecho.
-¡Callate!-le grite lanzándole la jabonera y el salio riéndose del baño, dejandome gritando allí.
Iba a darme una ducha digna. Había pasado una semana llorando por Jason y sin responder ninguno de sus mensajes. Me merecía estar tranquila y sin llorar.
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-¡Trajimos chocolate!-exclamó Athenas emocionada.
Ella parecía estar mejor. Y eso me ponia feliz.
-Yo les voy avisando que si van a pasar toda la noche llorando me voy a casa de Ray a beber- advirtió Tessa.
- ¡Eres una desconsiderada!- expresó Athenas.
-Es que, por favor, no estoy en contra de que se corten las venas o lloren toda la noche por un idiota, ¡pero al menos haganlo con dignidad!
-¿Es posible llorar con dignidad?-cuestioné yo- lloro porque no fui suficiente para él.
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Apuesto a que te enamoras
Teen FictionElla nunca imagino que su vida seria así. Nunca, ni en sus sueños más locos, -o más bien debería decir 'pesadillas'- pensó que iba terminar viviendo Mike Meyers. La vida de Nina Acdkar, una adolescente de dieciséis años de edad, cambia drásticament...