CAPITULO UNO

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JUNGKOOK

Seongsudong, Seúl

La alarma sonó cuando este marcaba las 7 de la mañana. El sol comenzaba a salir y la ciudad en esa parte costosa y privilegiada de la ciudad a despertar. Jungkook abrió los ojos, recostado en el centro de la enorme cama cubierto con las mejores sabanas parisinas; tallo sus ojos y observó el techo en silencio.

Entonces suspiro, aparto la ropa de cama de sus piernas y se incorporó para apagar el teléfono y a su vez tomarlo mientras se ponía de pie colocándose las pantuflas y caminando fuera de la habitación hacia el resto del enorme y lujoso loft.

"Necesito decirte algo ¿Podemos vernos hoy? Comamos en tu descanso ¿Pasta o carne?"

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"Necesito decirte algo ¿Podemos vernos hoy? Comamos en tu descanso ¿Pasta o carne?"

"Espero que no sigas dormida. Pasare por ti para llevarte al trabajo. Estoy a las 9:00 afuera de tu casa."

"Por cierto, buenos días."

Dejo el teléfono sobre la isleta de mármol que decoraba la cocina y sirvió un vaso de agua.

--Siri, la agenda de hoy. —exclamo hacia el teléfono inteligente y la voz robótica comenzó a dictar las numerosas citas y juntas que el chico tenía.

Jeon Jungkook, 24 años, trabaja como vicepresidente en la corporación informática Sky (pues no deseaba la presión de ser el CEO). Vive solo en un lujoso departamento en Seongsudong desde hace dos años. Termino la escuela a los 20 años en la prestigiosa universidad de Harvard en la carrera de ingeniería informática, pero siempre a sido lo que se conoce como «un prodigio». Vendió su primer videojuego a los 16 años para Electronic Arts, ganando su primer millón (este se agotó un año después). Es conocido por su joven éxito, aparte de su buena apariencia y personalidad, la mayoría lo clasifica como; el chico de oro.

SUNNA

Bungsoo, Seul

Sunna gruño adormilada y se revolvió entre las sabanas de su pequeña cama. No sabía ni a qué hora había llegado anoche después de su empleo de medio tiempo en la tienda de conveniencia, incluso aun tenia su uniforme y un mal aliento. Había dormido sobre la ropa de la cama y no se había duchado.

Rasco su cabeza y con los ojos entrecerrados leyó los mensajes para así contesto a estos.

Rasco su cabeza y con los ojos entrecerrados leyó los mensajes para así  contesto a estos

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