¿Diosa o Adolescente? [2.1]

Capítulo 13| Yo nunca, nunca...

– ¿qué quieres Moon? – a pesar de que sus palabras siempre son filosas hacia mi persona yo trato de tratarlo bien para recibir el mismo trato. Pero esta noche creo que el alcohol estaba surtiendo efecto en mi al no estar acostumbra a beber mi cuerpo se estaba rindiendo muy fácil.

– primero que cierres el pico Adams vine con las mejores intenciones por si querías hablar y me sigues tratando como si fuera el ser más despreciable del planeta tierra – noté como se tensaba por completo y su mirada fue hacia el piso. Se movió apenas un poco de la puerta dejándome supongo que pasar y siguiendo su sutil invitación ingrese nuevamente a la habitación de Colín. Como en esta mañana mire a detalle las cosa que habían cambiado desde la última vez que yo había entrado en este lugar. Fue hace muchos años por lo que ver que los autitos de juguete fueron remplazados por posters de bandas que desconozco, la cama por una más grande con sabanas negras, el color de las paredes antes celestes a un gris oscuro muy bonito y como no poder evitar ver los estantes con música que se encuentran ordenadas por orden alfabético. – no sé si quieres hablar o que me quede haciéndote compañía en silencio – apoyando mi mano en el respaldo de la silla de su escritorio la muevo para sentarme frente a Colín. Este no hizo ningún amague de querer moverse de donde estaba por lo que guarde silencio viendo sus botas negras.

Acercando mis pies a los suyos mis zapatos blancos se ven tan simples alado de sus botas. Tocando punta con punta sonrió al ver que no se aleja de mí, cuando éramos niños y Colín estaba triste o yo lo estaba juntábamos la punta de nuestros pies. Sera algo extraño o tal vez cliché, pero de esta manera le hacíamos entender al otro que estábamos hay para apoyarlo. Mi mano estaba sobre mi regazo tapando de que no se me viera nada por la falda recta de jean que llevo. La otra estaba sobre mis rodillas haciendo círculos sobre mi piel. Fue entonces cuando Colín acerco su fría mano a la mía deteniendo mis movimientos, sus dedos recorrieron mi palma hasta tocar la marca en mi muñeca.

– Calíope no sabe cómo conseguir amigas porque ella estuvo toda su vida encerrada, por eso actúa tan extraño... – sus dedos no dejan de jugar con mi muñeca recorriendo mi marca con delicadeza. Mientras que mi cabeza formaba el rompe cabezas de que la chica del punto era la platinada. – ¿puedes guardar un secreto? – el tono de voz que utilizo fue como casi el de un ruego desesperado.

– claro – buscando ver sus ojos levanto su barbilla con la mano que él estaba acariciando hace minutos. En ellos no pude encontrar enojo ni nada parecido él se veía sorprendido por mi acción

– Calíope es una diosa – agradecía haber estado sentada porque si hubiera estado parada me habría caído.

C O L Í N
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Mar no dijo nada tan solo asintió alejándose de mi para levantarse de la silla. Esperaba haber hecho lo correcto al decir que Calí no es mortal pero no podía dejar que las chicas continúen con su ataque hacia ella. Debo cuidar de la platinada, pero sé que ella es perfectamente capaz de lograr lastimar a quien se lo proponga.