Gotitas De Aguacero || Larry

CAP 2 || Un día "normal"

El tigre se encontraba bajo los intensos rayos de sol, cosechando las maduras verduras de su campo, bueno, del campo de Harry y él.

Mientras él recogía las verduras, Harry se dedicaba a cortar las fresas y mangos de sus respectivos lugares. Louis sabía que a Harry le encantaba recolectar las frutas porque según él terminaba oliendo a todas estas y eso le encantaba.

Ya estaba a punto de terminar cuando de la nada escucho un grito y un golpe en seco, dejo la canasta en la que ponía las verduras y corrió hacia donde había escuchado el grito, de la fresa.

Cuando llegó encontró a su bebé con lágrimas en los ojos y de rodillas en la tierra, tratando de recolectar las pobres fresas que yacían tiradas en el suelo.

— Mi vida ¿Qué te pasó? — preocupado, Louis levantó a Harry por las axilas, sacudiéndole sus bonita blusa rosa de algodón— dime que te pasó venadito de mi alma.

El rizado, con unos tristes y llorosos ojos habló, con la voz quebrada: — U-un zorro... —tartamudeo un poco abrazándose a la cintura de su esposo, este recibiéndolo con igualmente un abrazo protector.

— ¿Un zorro? —abrazo más fuerte a Harry, los zorros era depredadores y su Harry era un venado, una presa. Debió asustarlo mucho.

Su pobre bebé.

Después de que Harry le explicara que cuando estaba por terminar de recolectar las fresas un zorro medianamente grande le había querido robar la canasta repleta de estas, Harry forcejeo con este y así fue que lo tiró al suelo desparramando todo el trabajo de Harry por la tierra.

Louis lo cargo hasta la casita en la que vivían, abrió la puerta con un poco de trabajo ya que el cuerpo del venado no lo dejaba ver del todo bien, entro y subió las escaleras adentrándose hasta el baño de su recamara para después sentar a Harry en la tapa del inodoro.

Harry, como el venadito tierno y mimado que era, tallo sus ojitos con sus manos arrepintiéndose al instante porque estas estaban llenas de tierra un poco de rastros de fresas.

— ¡Louis! —gritó pasando sus dedos por sus ojos de nuevo, pego un grito de desesperación.

En tigre que se encontraba llenado la tina de baño con jabones y lociones para el suave cuerpo de su ángel, tiró la botella de jabón corporal con olor a mango al piso causando que este se regace en las baldosas.

Volteo hacia donde se encontraba su Harry y se levantó rápidamente del piso al ver que el rizado tenía manchas de tierra en los ojos mezclándose con lágrimas que soltaba, tan rápida fue su parada que no se dio cuenda que en el piso del baño se había regado el jabón corporal.

Se cayó estrepitosamente dentro de la tina de baño pegándose en la espalda en el proceso. Hizo una mueca y lanzo unas cuantas maldiciones para después levantarse e ir con su bebé que seguía pidiendo su ayuda.

— Ya voy, ya voy.

— ¡Louis! ¡Creo que voy a quedar ciego! —trato de levantarse y buscar el lavamanos para poder limpiarse toda la suciedad de los ojos— ¡Louis!

Louis iba tan apresurado para poder atender a su esposo y Harry también iba rápido que cuando se dieron cuenta los dos ya estaban tirados en el piso.

— Mierda.

— Idiota —exclamó el venado— ¡levántame!

El castaño aun adolorido de sus dos recientes caídas se levantó ayudando a Harry al mismo tiempo para después llevarlo a la tina.

Lo paro junto a ella y le quito la ropa dejándolo en ropa interior, lo metió y cuando Harry ya estaba sentado en ella fue su turno para desvestirse, también quedando en ropa interior.

Cuando se adentró, Harry ya se había echado agua en la cara llevándose todos los restos de tierra y aclarando su vista, el ojiazul le sonrió y con suaves movimientos empezó a lavar a Harry con la esponja amarilla que se encontraba a un lado de la tina.

Harry ya más calmado se acostó en el pecho de Louis besando este en el proceso. Louis abrazándolo y acariciando su costado con ternura y amor.

— Te amo tigrito tonto.

Espero que les este gustando esta tonta historia, comenten y voten por favorcito.

Azulka.