crónícαs dє unα єstrєllα αgσnízαntє + ★彡 вσσk σf luhαn 彡★

chapter two; first love an first broken heart.

Tal vez una de las cosas que aún no olvido y cada que recuerdo me causa tristeza y risa a la vez. La primera vez que me había enamorado de alguien y la primera vez que mi corazón dejo de ser perfecto. Sería el comienzo de todo lo malo en mi vida, y el final de la felicidad en ella.

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Todo pasó cuando tenía trece años, justamente un año antes de que regresará a China con mis padres. Pasó un día antes de San Valentin, desde hacía unos meses había comenzado a desarollar sentimientos diferentes hacía Jung Hyun, y el parecía saberlo. Actuaba diferente cuando estaba con él y a él le hacía gracia.

Todo estuvo tranquilo hasta el momento cuando veníamos de vuelta a casa, los hermanos Jeon, JaeBum y yo, unas cuadras antes de llegar a nuestro barrio, una chica del salón de Jung Hyun nos detuvo y se llevó a este. No supe en que momento había entrado en pánico. Las incontables veces que había escuchado que esa chica tenía sentimientos hacía Jung Hyun llenaron inmediatamente mi cabeza.; y por primera vez en mi vida, sentí miedo. Mis sentimientos hacia Jung Hyun habían tomado más fuerza últimamente, hasta incluso llegaba a fantasear imaginando que los chicos que salían en las series bl que veía, éramos él y yo.

Mi mente no formulaba nada más que la acción de correr hacía ellos y evitar lo peor. Y eso hice, deteniendome en seco al ver como la chica besaba a Jung Hyun y este no se quejaba. Poco a poco mi vista se nubló, tenía los ojos llenos de lágrimas. Ningún tipo de sonido salió de mi boca, solo me di la vuelta y con la cabeza gacha, caminé de vuelta a casa, sin si quiera detenerme a ver a Jung Gguk ni a Jae. No tardé mucho en llegar a casa, no había absolutamente nadie, más que mi gato, Xiao Lu. Subí hasta mi habitación y me encerre ahí, deslizándome en la puerta hasta tocar el suelo, llorando silenciosamente. En ese momento pensaba en lo patético que era yo, y el qué estuviera llorando por eso. Era absurdo, aún era un niño.

Estuve así un rato, escuchando como Jae junto a Gguk, lanzaban piedras a mi ventana, cuando deje de oirlas, supuse que se habían rendido. Y cómo si fuera el colmo, empezo a llover. Ya había dejado de llorar pero tenía mi vista pérdida en un punto fijo de mi habitación. Mientras imágenes de Jung Hyun y yo pasaban rápidamente por mi cabeza, situaciones que pasaba creando en mis noches de insomnio. Y de las cuales, solo una llegó a realizarse y era la misma que había presenciado unas horas atrás.

La noche cayó y yo seguía en la misma posición, no entendía en que momento llegué a ese punto. Sentía un dolor insoportable en mi pecho, mientras la tristeza y el dolor me llenaban.

Sabía el enorme error que había cometido al empezar a desarrollar sentimientos hacia Hyun, pero no pude evitarlo. Tampoco me resultaba mucha sorpresa que no se hubiera ni siquiera interesado en mí, ya no pasaba tiempo con él ni con los chicos, al menos desde que había caído grave en el hospital hacía ya dos años. Cuando mi tormento comenzó.

Me había vuelto más retraído, e incluso me daba miedo, llegar a asustarlos si algo me pasaba. Además, no era lindo... Tenía el cabello así como los otakus de la época lo tenían, largo tipo emo. Siempre usaba sudaderas holgadas y de colores oscuros, con unos jeans y mis converse azules. Según yo, lo único bonito era mi cabello, por que era extremadamente suave y sedoso. Pero solo eso, y se que eso ni siquiera llamó su atención. ¿Por que debía hacerlo?

EunJin, así se llamaba la chica. Era muchísimo más linda que yo, de cabello largo y café, con unos ojos y sonrisa muy bonitos. Era muy alegre y amable con todos, era la presidenta de su clase y la capitana del equipo de voleibol.

Mientras yo solo era el cerebrito de mi clase, el rarito, líder del club de dibujo y capitán del equipo de debate. Pero eso no parecía bastar, todos mis esfuerzos por si quiera llámar aunque fuera un poco la atención de Hyun, desaparecieron por completo.

No saben lo estúpido y triste que me sentí durante las semanas siguientes. Ya ni siquiera hablé con Jae ni con los hermanos Jeon, me volví completamente antisocial. Me la pasaba en mi habitación encerrado o llorando hasta quedarme dormido. Solo en mis sueños, Hyun de verdad me quería.

Pasaron exactamente 3 meses en los que seguí así, era el día de el cumpleaños de Hyun pero no sentía emoción alguna, verlo casi a diario con EunJin no me ayudaba para nada. La noche anterior había preparado algo, le escribí una carta y la metí en una pequeña cajita, con una flor marchita al fondo. La carta no decía mucho, solo le deseaba un feliz día y cosas así... Lo único relevante fue;

«"—De verdad no sabes cuánto desearía no haber sentido nada por ti en aquel momento, seguir siendo tu amigo, como siempre o incluso, quedar como simples desconocidos, tal vez no me estaría sintiendo tan mal como lo hago ahora. Toma la rosa del fondo y mantenla entre tus manos mientras lees esto. No necesite quitarle los pétalos para saber que no me querías..."»