... 31 años ...

14 0 0
                                    

Me remuevo, el agua está fría mi piel congelada. Abro los ojos de golpe.

Intento levantarme de la bañera, doy tres tropezones hasta que consigo apoyarme a la barandilla del baño y levantarme, saco el pie izquierdo temblando y el otro igual teniendo cuidado de no pisar el líquido y los cristales rotos, observó la jeringuilla tirada, doy dos pasos más hasta encontrarme con el espejo.

A veces me da miedo mirarme, pero la curiosidad es mayor.

¿El reflejo del espejo soy yo? Si, soy yo.

Me cuesta reconocerme hace tres años yo no era así. Ahora estoy rota y estropeada, como una muñeca.

Debería dejar las drogas, debería dejar de ser como soy.

Siempre me miento y a los demás, es tan fácil hacerlo que te preguntas el ¿por qué no?

Me gustaría verme y decir tantas buenas cosas de mí y de mi cuerpo, pero se que no es así viéndome en estos instantes como soy.

Mi pelo negro sin brillo mojado no tiene el resplandor de hace años, mis ojos apagados grises no tienen su brillo lo perdí hace mucho, mi piel caramelo esta apagada necesito sol, mi cara rellena y redonda ya no está, mis labios rosados y gruesos ahora están rotos, mi cuerpo está magullado por las heridas, mis costillas están reflejadas y tan visibles, sigo teniendo curvas aunque mínimas. Ya nada es como antes.

He perdido fuerza y alegría a mis 31 años, no queda nada de mí. Soy infeliz.

Ya no funciona nada, solo en unos instantes me olvidó del mundo, es como si yo fuera ajena a él.

Como debería de empezar mi historia...

In My BloodWhere stories live. Discover now