ｙｏ ｓｏｙ ｔｕ ｏｍｅｇａ»KookV

02.

Era un día soleado, perfecto para ir a dar una vuelta al gran bosque que rodeaba todo Seúl.

El azabache salió de su habitación directo a la cocina para ir a tomar desayuno junto a sus dos mejores amigos.
Justo cuando paso por la puerta pudo ver a la parejita sentada ya con sus respectivos desayunos frente a cada uno.
El azabache los miró reprochandolos por no esperarlo para desayunar y se fue a sentar frente a ellos.

-¿Amaneciste bien?.- pregunto el de cabellos rubios y mejillas abultadas.

-Tal vez hubiera amanecido mejor si no hubiera despertado a media noche por unos fuertes gemidos, Hyung.- dijo el castaño provocando que ambos chicos se sonrojaran.

-Jimin no quiere cosas tiernas en la cama, le gusta mucho muy duro y doloroso, es un masoquista.- bufo el de cabello menta.

El azabache abrió los ojos y escupió rápidamente el pequeño bocado de pan tostado que estaba por desayunar.

-¡No me apetece saber los detalles de su sexo salvaje!.- chilló el menor levantándose de la mesa para después salir corriendo de allí.

-¡Yoongi! ¡No debiste decirle eso! ¿Cómo le diremos sobre lo que su padre nos dijo hace 18 años?.- el de cabellos rubios dándole un suave golpe a su alfa en el brazo.

-Debemos esperar un poco más Jiminie, estas cosas son algo delicadas.- el de cabellos menta lo miro y luego le dió un pequeño beso en la nariz a su dulce Omega.

Él azabache estaba en su gran oficina leyendo algunas cartas que las manadas vecinas enviaban de vez en cuando para tratos o comercios entre manada.

Por alguna extraña razón Jungkook tenía un mal presentimiento, algo no andaba bien, su lobo se lo decía.
Tocó el collar que su padre le dió en uno de sus cumpleaños y se sintió un poco más tranquilo.
Era un collar de plata con una ave muy hermosa colgando.
Al azabache al principio le pareció muy estúpido aquel regalo pero su padre dijo que en algún futuro ese collar le daría fuerza y seguridad.
El azabache impresionado le pregunto el significado del ave pero su padre jamás le respondió, solo se limitó a darle una sonrisa tierna y a decirle "No soy yo quien te dirá su significado".

Jungkook sonrió melancólico al recordar a su padre. El gran alfa que cuido de su manada antes de que el naciera.
El azabache estaba agradecido de haber tenido ambos padres pero lastimosamente las cosas en algún momento tenían que acabar.
La vida que se les otorga es un simple pedazo de la brillante luz que rodea a la madre Luna. Algún día todos debemos de devolverle su gran preciado brillo.

Aún recuerda aquellas noches, cuando su madre enfermó y todo la manada estuvo al pendiente de su cuidado.
La madre del azabache era muy querida por todos, era un alma bondadosa y amable, justo como su padre.
Jungkook tenía 14 años cuando sus padres fallecieron, dejando al azabache completamente solo.

Su madre murió por causas naturales, dejando a toda la manada y a su familia tristes.
El padre del azabache era su pareja predestinada, por lo que cuando su Omega dejo esta vida, la tristeza pudo más que él y la siguió en otro lugar.

Jungkook no culpa a su padre por dejarlo solo, el entiende que perder a tu pareja predestinada es algo de lo cual muchos lobos no salen bien.

Suspiro pesado y miró la fotografía que tenía frente a él. Eran sus padres junto a él sonriendo, disfrutando de su compañía y siendo felices.

La tarde del azabache se pasó rápidamente, ese día no tenía muchas cosas por hacer así que tuvo mucho tiempo libre.

Se encontraba en el balcón de su habitación mirando detenidamente el bosque bajo la hermosa luz de la madre Luna.
Ese extraño sentimiento seguía presente en su pecho y estaba haciendo perder la calma del azabache poco a poco.

Levantó su mirada a la madre Luna y una pequeña sonrisa se asomó por su rostro.
Jungkook amaba ver a la madre Luna en todo su esplendor. Una vez su madre le comento que el había nacido cuando la madre Luna había brillado mucho más fuerte que otras veces, así que mirarla ahora, tan hermosa, le hacía sentirse aliviado.

Unos golpes en la puerta lo sacaron de su pequeño rato de comfort haciendo que el azabache gruñiera.
A pasos lentos camino a la puerta de su habitación y la abrió, dejando ver a un Jimin con la cabeza gacha.

-¿Si?.- habló el azabache mirandolo raro.

-Yoongi necesita que bajes un momento, es importante.- dijo aún con la mirada al piso y se echó a correr a la planta baja.

El azabache confundido bajo a la segunda planta para saber que era eso tan importante que Yoongi tenía que decirle.

Llegó a pasos rápidos a la gran sala y se sorprendió de ver a la parejita acompañado de alguien más.
Jungkook jamás había visto a ese hermoso Omega, él jamás olvidaría un rostro así, mucho menos ese dulce olor a chocolate y vainilla que desprendía aquel hermoso chico.
Desconfiado se acercó a su Hyung y habló.

-¿Qué es lo que quieres decirme?.- preguntó nervioso con la mirada del chico castaño en su espalda.

-Presentate por favor.- habló el de cabello menta dirigiéndose al pequeño Omega desconocido.
Jungkook se dió la vuelta y miró como aquel lindo Omega se levantaba lentamente de su lugar y se acercaba a él con la cabeza abajo, mostrando completa sumisión.

-Mi nombre es Kim Taehyung, y soy su omega.- dijo él castañito aún con la mirada abajo.

Jungkook abrió los ojos con sorpresa y miró a Yoongi sorprendido.

-¿Esto es una broma?.- preguntó el azabache notablemente molesto.

-No lo es alfa, soy su omega.- volvió a hablar el castaño.

-Guarda silencio ¿Quieres?.- lo miro asentir y luego dirigió su mirada a Yoongi.- esto no es divertido Yoongi.

-No es una broma Jungkook, Taehyung es tu Omega.- aseguró el pálido.

Jungkook soltó una risita nervioso y comenzó a caminar en dirección a su habitación.
Sintió que alguien lo seguía de cerca y pudo notar al lindo Omega castañito seguirlo con la mirada abajo.

-¿Qué crees que estás haciendo?.- el azabache lo miro.

-Tengo que estar contigo Alfa.- respondió Taehyung.

-No quiero que me sigas ¿Oíste? Ahora vete y déjame dormir en paz.-

Y así como el azabache lo pidió, Taehyung no lo siguió y solo obedeció las palabras de su ahora alfa.