El pasado conoce el futuro

Roselyn

Una encapuchada caminó un poco titubeante hacia el frente del GC.

-¿Esta seguro qué no quiere esperar un poco más, profesor Dumbledore?-Le preguntó la encapuchada, con una voz muy dulce, al profesor.

Dumbledore miró a los Weasley.

-Por nosotros no se preocupen.-Molly miró a su familia, los cuales parecían haber salido del shock en el que el recuerdo de Dominique los había dejado.- ¿Verdad?

Los Weasley asintieron reafirmando lo que Molly había dicho.

-Bueno pues... Comience con su presentación.-Le dijo Dumbledore a la encapuchada.

-Esta bien.-Accedió la encapuchada suspirando.-Me la dejaste muy difícil para impresionarlos, Nique.

-Lo siento, Lyn.-Se disculpó Dominique.

-Ya que.-Dijo la encapuchada quitándose la capa.

Cuando se quitó la capa, reveló a una joven, de estatura media, pelo negro liso que le llegaba hasta la cintura, era delgada, ojos verde claro, sus curvas no eran pronunciadas pero no evitó que muchos chicos la miraran con deseo, piel cetrina, su rostro demostraba ternura y con sólo una mirada te hacia sonreír. Vestía jeans rasgados, un top blanco con un collar, zapatillas blancas, su cabello estaba recogido en una coleta alta  y en su muñeca izquierda llevaba algunas pulseras. 

Todos al ver a la joven voltearon a ver al profesor Snape, la niña era igual a él físicamente con excepción de los ojos y claro que ella era una mujer.

Severus palideció mucho al ver a la joven, estaba consciente del parecido entre ambos. Pero era imposible que fuera su hija, él aún no superaba la muerte de Lily. ¿Cómo podía ser posible que tuviera una hija en el futuro?

-¿Eres hija de Quejicus?-Preguntó Sirius mirando a la chica con la boca abierta, no sólo por el parecido con el profesor Snape si no también porque la chica era muy bella.

-Puede ser.-Respondió la joven sonriendole burlonamente a Sirius.

-Sería imposible que fuera la hija de Snape, ¿Quién podría quererlo?-Preguntó Harry recibiendo un golpe en la cabeza por parte de Hermione.

-Para que sepas, Potter. Muchas personas quieren a mi padrino.-Le gritó Draco defendiéndolo.

Harry iba a contestar pero Snape lo hizo callar.

-Le recomiendo que no siga, Potter.-Lo amenazó Snape.-Puede comenzar jovencita.

La chica asintió mirándolos a todos.

Sirius y Remus no le quitaban la vista de encima, era imposible que fuera la hija de Snape, o eso creían ellos.

-Soy la número seis.-Dijo la joven con una sonrisa angelical.-Mi nombre es Roselyn Narcissa Snape.

Apenas dijo esas palabras hubo distintas reacciones. Severus palideció hasta el punto de que se podía confundir con un papel. Sirius y Remus comenzaron a reírse estrepitosamente. Los profesores pensaban que la chica estaba haciendo una broma. Y los alumnos de Hogwarts estaban divididos en: Los que creían que la chica mentía. Otros que estaba loca. La gran mayoría que era una broma. Y algunos, sólo algunos, pensaban que ella decía la verdad.

-Que buena broma.-Dijo Sirius riéndose y limpiando las lágrimas de sus ojos.-Ya enserio, ¿Cuál es tu apellido?

La joven hizo una mueca igual a las del profesor Snape y dijo.-Si alguno de ustedes, grandísimos imbéciles, piensa que les estoy haciendo una broma es que son bastante idiotas.-Dijo la chica rodando los ojos.