Hermanas Goldstein.

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Después de pasar la noche en el hospital, Tina y Newt se preparaban para desaparecer hasta el Departamento.

—¿Y Abigaíl?  –preguntó la Auror mientras se acomodaba el abrigo.

—Aaron fue a dejarla a casa, para que yo pudiera quedarme contigo.  Es un buen chico.  –con su varita término de abrir completamente las cortinas de la habitación.

—Así que el señor Scamander ya cedió...

—Por supuesto que no, aún no hablan conmigo.

El magizoólogo levantó las cejas mientras la miraba y se cruzaba de brazos tranquilamente. 

—Debo llevarme estas pociones.  –con su varita acercó una pequeña bolsa a sus manos.– No me gusta tener que depender de esto para estar bien.

—Pero las vas a tomar todas, cada noche. –miro su bolsillo.– ¿Cierto, Pickett? 

El Bowtruckle asintió mientras se apoyaba en el hombro del mago.

—Pickett, traidor. 

El mago inglés soltó una leve risa y la criatura le siguió con un sonido bastante chistoso. Tina término por guardarse las pociones en el bolsillo y se encaminó hasta su novio para poder desaparecer.

—¿Vamos? ...  Llegando a casa tengo que comunicarte algo. 

—¿Que co... 

La Auror no pudo terminar cuando el mago los hizo desaparecer hasta el Departamento, al llegar vieron a Queenie y Abigaíl en el sofá, una al lado de la otra mientras dormían. Tina sacó su varita y con un suave movimiento de ésta acercó una frazada para tapar a las chicas. 

—Ahora tú.  –volteó sobre sus pies y apuntó al magizoólogo.– ¿Que me tienes que comunicar? 

—Bueno,¿recuerdas la casa en Dorset? 

El mago desvío la mirada, algo sonrojado, mientras se tocaba la nuca, típico de él.  La Auror sonrió a sus adentros, su mago era adorable.  

—Claro que sí, lo recuerdo bien. 

—Pues la compré,no lo pude evitar y lo hice. 

Tina frunció el ceño, no por enojo, si no por sorpresa, Newt vió la cara de la bruja y se decidió a seguir hablando, para que ella no le llevara la contra, la conocía bien.

—Entonces quiero ir contigo, o sea, te estoy invitando, si quieres ir conmigo me encantaría.  –se acercó a su novia y la tomó por la cintura.–  De verdad deseo ir contigo Tina, y ahora que Madame Picquery te dio la semana, por lo que pasó, quisiera que fueras, bueno, que fuéramos para relajarnos, pensar, estar los dos, ya sabes, pasar tiempo juntos sin tantos ojos alrededor.

La acercó a él con delicadeza, puesto que ella aún estaba débil por todo lo que había vívido el día anterior. 

—Newt...  Querido...  –lo tomó por las mejillas para conectar sus miradas.– Amaría ir contigo, si quiero ir.  –rodeó con sus brazos el cuello del mago, mientras seguía mirándolo.– Pero, ¿y Abi?... Y bueno, ¿Queenie?   –se mordió suavemente el labio,nerviosa.–

—Ya hable con todos, con todos.  –habló un tanto alto y la Auror le puso la mano en la boca, para no despertar a las chicas.– Lo siento...  –bajó la voz.– Pero ya hable con todos, Abi volverá con Natalie a Londres junto con nosotros y se quedarán en Londres, quieren hacer preparativos para el cumpleaños,  Jacob acompañara a Queenie les servirá estar solos un tiempo y Kama no lo sé, esta muy misterioso. 

—Ahora que hablas de Kama, sí, esta rarísimo.  Quisiera descubrir lo que... 

Newt bufó divertido, el más mínimo movimiento despertaba curiosidad en la bruja Americana, decidió no dejarla hablar y le plantó un beso, suave y delicado en los labios casi como si se estuvieran besando por primera vez, fue un beso largo, cálido y húmedo, se separaron un par de veces para tomar aire y siguieron besándose. 

•Conociendo el amor• [NEWTINA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora