Año nuevo, vida nueva

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Este relato ha sido escrito conjuntamente con JORGESACHA, una fuente de motivación y sobre todo, un gran escritor. Mi recomendación es que os acerquéis a su obra con la mente y los ojos muy abiertos porque os va a sorprender.

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-Queda muy poco tiempo- gritó Erica

Toda la sala empezó a cantar "New York" mientras la cuenta atrás comenzaba. La gente cantaba y gritaba mientras los globos de colores y el confeti les envolvía en un frenesí de color. Y ambas amigas se sintieron las dueñas del mundo por unos breves instantes.

La música pegaba fuerte y todos empezaron a bailar mientras el champán corría como si fuera agua. Y ellas eran las sedientas viajeras perdidas en el desierto. Las dos amigas reían y bailaban. Todos los que estaban a su alrededor se convertían al instante en compañeros de travesía. En amigos y en potenciales amantes mientras el ritmo pegadizo de las canciones les unía en una masa informe que se movía y latía al unísono.

Las botellas se alzaban en el aire, y el alcohol descendía por las gargantas. Una mano masculina les ofreció unas pastillas de colores y ambas rieron y se las tomaron. Los cuerpos sudorosos de la discoteca y el olor a alcohol, colonia y sudor lo impregnaba todo. Era el frenesí de los locos. De aquellos que sólo ansían escapar de la soledad a través del palpitar cálido de un cuerpo en estado febril.

Erica agarró a Mina del cuello y empezaron a bailar juguetonas, sabiéndose las reinas de la pista. El DJ empezó a mezclar música electrónica y la sala se volvió loca. Los movimientos seguían el compás de la música y las dos mujeres eufóricas se subieron a una mesa de gígolo y empezaron a jugar con las barras mientras desde abajo les gritaban obscenidades.

Erica se estiró el vestido hacia arriba con dificultad debido al sudor. Se apoyó en Mina que absorta giraba como una peonza entre los brazos de los hombres que habían subido con ellas y se arremolinaban a su alrededor.

Mina bajó de la mesa ayudada por un brazo poderoso. El hombre con barba se le acercó aún más y le gritó al oído que las invitaba a unas copas. Mina dudó pero el hombre (que dijo llamarse Ferrer) le acompañó a la barra agarrando su cintura. Navegó con él sorteando los cuerpos que se convulsionaban a su alrededor en la sala de fiestas.

Se giró y vio que Erica les seguía. Ferrer les ofreció unas copas llenas de efervescentes burbujas y ambas mujeres brindaron, riendo sin parar mientras tragaban el líquido dorado con fervor.

Erica fue la primera en despertar al día siguiente. Notó un sabor ferroso en la boca y un entumecimiento general en todo su cuerpo. Al moverse, un intenso dolor en el abdomen la obligó a parar por un instante. Cogió aire y se llevó las manos a la zona intentando mitigar el dolor, pero sin lograrlo. Su cabeza estaba a punto de explotar y la habitación encogía por momentos, amenazando con aplastarla de improviso.

Decidió intentar levantarse, pero al apoyar la mano en el colchón cayó encima de algo blando. Al girarse, vio que su amiga Mina estaba boca abajo con la ropa puesta y el maquillaje esparcido por la almohada. Seguía durmiendo a pesar de todo. Erica suspiró y tras varios intentos fallidos consiguió alzarse. Se dirigió hacia el cuarto de baño y estuvo a punto de caer al chocar contra un bolso que estaba en el suelo. Extrañada lo cogió y vio que no era de ninguna de las dos. Era de una marca de lujo, con piel de leopardo rosa y asas metalizadas en color dorado. Mirarlo acentuaba su dolor de cabeza.

Recogió sus bolsos que estaban también allí tirados, y los puso encima de la cama. Comprobó que su móvil se había apagado por falta de batería. En su cartera tenía la tarjeta bancaria y veinte euros. Se enjuagó la frente sudada e intentó recordar cómo habían llegado a casa de Mina. Pero por mucho empeño que ponía, no podía saber qué habían hecho o si habían estado con alguien. Sólo recordaba brindar por el nuevo año mientras caía confeti plateado del techo de la discoteca. Eso y el levantarse horas después con la peor jaqueca de su vida.

La ruina y otros cuentosWhere stories live. Discover now