<Capitulo 2>

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Ekchio y su padre se hallaban en casa tras lo ocurrido horas atrás en las cercanías del pueblo.

Dirthal fue a reunirse con Senerin que recién había llegado del mercado.

-¿Cómo fue tu turno en el mercado?- Preguntó Dirthal, apoyando la espada contra una pared.

-Han habido días mejores- Respondió Senerin con un suspiro, dejando una bolsa de monedas no muy grande en la mesa -¿Y a ti cómo te fue entrenando al pequeño?-.

-Ah... Aún se sigue confiando demasiado con las victorias, pero va mejorando-Dijo Dirthal mientras se acercaba a la despensa mágica. Cogió una fruta parecida a una manzana con sabor más dulce y piel amarilla del tamaño de una sandía pequeña y le metió un bocado.

Mientras, Ekchio se fue a su cuarto y comenzó a quitarse la ropa para ducharse tras el entrenamiento.

Varios días pasaron tras el incidente del poblado y rumores, que hablaban de una guerra próxima con el vecino del norte conocido como el Reino de Tivya, se habían extendido entre la población fronteriza.

Ambas naciones, Tivya y Sherkonia, empezaron a movilizar sus fuerzas en la frontera Inat-Septak pues el conflicto era cercano tal y como decían los rumores. A la vez, unos pequeños regimientos Tivyos se posicionaban en la frontera Shumli-Septak mientras que en el Mar Tratemo las flotas patrias de ambos países se tanteaban y analizaban mutuamente, a la par que patrullaban para evitar infiltraciones en aguas nacionales.

Ekchio despertó temprano y se dirigió a la cocina algo somnoliento, su padre ya estaba en dicho lugar

-¿Qué haces despierto tan temprano?- Preguntó Dirthal mientras bebía una taza de Meris¹.

-Quiero ir a explorar el pueblo ese del otro día.- Respondió el chico medio dormido a la vez que abría un armario para sacar un vaso.

-No iras, es peligroso.- El padre se bebió de un trago y le miró de forma tajante.

-Pero podría conseguir algo de dinero si fuese, además sé luchar por lo que será menos peligroso.- Ekchio llenó el vaso de leche de Taergish al mismo tiempo que agarraba unas pastas de Larem.

El mayor dudo por un momento y se levantó de su asiento, dejando la taza en la encimera.

-Solo si voy contigo- Pronunció finalmente Dirthal yendo a su habitación.

Ambos se vistieron y equiparon para la expedición al poblado llamado Kerinal, al cual llegaron en unas horas.

El lugar estaba parcialmente carbonizado y yacían cadáveres en descomposición por el suelo además solo unas pocas casas de tamaño considerable seguían en pie.

-¿Quién haría algo así?- Se preguntó el mayor.

Ekchio estaba en shock, nunca había visto nada así, tanta destrucción y muerte juntas eran demasiado para el.

El padre vió el rostro de su hijo, el cual estaba algo blanco.

-¿Quieres continuar?- Colocó su mano sobre el hombro de su chico.

El joven tragó saliva y asintió lentamente.

-Yo tuve la idea de venir, que menos- dió un paso hacia delante, adentrándose en aquel infierno de cenizas y muertos.

Ambos entraron en los restos de Kerinal, pasando primero por las casas pequeñas.

Padre e hijo se separaron para buscar mejor, el mayor se fue dirección al Kerenish² y el menor hacia las casas de los terratenientes locales.

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⏰ Last updated: May 26, 2019 ⏰

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Crónicas Del Vacio: El DespertarWhere stories live. Discover now