empaco libros, la maleta colapsa, Barbara sonríe

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Me tiré rendida sobre la maleta, sumergiéndome violentamente en un mar de ropa que, para una semana fuera, estaba completamente demás.

Te pongo en contexto, lector. Mi nombre es Doris y estoy a punto de entrar a un colapso nervioso por mi completa incapacidad para empacar para una salida familiar (y por familiar me refiero únicamente a mi y a mi mamá, Bárbara, lo que hace aún mas absurdo mi estrés). Bárbara es por lo general una persona muy tranquila; jamás piensa demasiado las cosas y creo que eso es lo que más me gusta de ella.

Volviendo a la situación, decidí priorizar: di vuelta todo lo de la maleta y lo estiré sobre la cama; cuatro poleras tres tallas más grandes de lo necesario, dos o tres pantalones ajustados y aproximadamente siete libros de la saga de los héroes del Olimpo ¡No me mires así! es completamente necesario el llevarlos a las vacaciones ¿cómo podré descansar sin enterarme por milésima vez que pasa con Leo Valdez, después de todo?

Es en el momento en el que estoy decidiendo si es imprescindible la ropa interior, cuando Barbara entra en mi habitación, con un paquete de regalo en las manos. Ni siquiera me molesto en levantar la mirada de los calzones rosados en mi mano.

-¿más cosas para la Luna? -le pregunto. Luna era una amiga de Barbara, que venia ocasionalmente al apartamento y tenia a varios residentes del edificio tras de ella.

-ojalá -me responde, con una sonrisa deslumbrante -este es para ti.

Estira el paquete hacia mi, yo lo agarro sentada en el borde de la cama y rasgo el papel de regalo. Miro confundida el chaleco salvavidas, pues Barbara sabia que yo soy una experta en natación. Ella misma interrumpe mis pensamientos.

-Pensé que podría serte útil, ahora que tienes un kayac -suelta disimuladamente.

Espera, ¡¿DIJO KAJAC?!

the greek one (PERCY JACKSON'S  FIC)Where stories live. Discover now