Puedo ser el Príncipe que necesitas

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Hacia un tiempo que no disfrutaba de estos eventos sociales, más por obligación que por gusto, no era adepto al espectro de los sentimientos muy a pesar de sus refinados modales, el gran salón estaba repleto de seres, muchos bailando al ritmo de la música, otros como el hablando de banalidades. El salón brillaba debido a ese inmenso candelabro en el techo de exquisito cristal joyas y velas que iluminaban hasta el más recóndito lugar, las paredes finamente decoradas en simpleza natural así como los finos detalles de la naturaleza envolviendo maravillosamente las grandes ventanas que reflejaban la luz de la luna. Los invitados gozaban de excesos escondidos bajo máscaras, algunas sencillas otras más elaboradas, y es que hoy la Reina de las Hadas Titania festejaba un año más de vida, un pretexto perfecto para la reina de demostrar su poder y la gloria de su inmenso reino.


Debido al tratado de paz que se firmó, muchas especies convivían en tranquilidad, otro no, pero sería estúpido venir a la defensiva y faltarle al respeto en su castillo a la temida Reina Titania y su ejército.


Hoy era una noche de festejo y gozo.


Su atención iba de un lado a otro, sinceramente cansado arto buscando que la Reina soplara sus velitas fastuosas y largarse, él quería volver a recluirse en su castillo en sus territorios lejos de esta pomposidad hipocresía y felicidad. Llevo esa copa de fino cristal a sus labios, el licor dentro no le sabía más que a nada, insípido como muchas cosas en su vida, ajusto su máscara la que solo cubría su mirada y se dio por vencido al aburrimiento.



Pero no lo podían culpar, llevaba tanto tiempo "viviendo" que la vida le parecía monótona cansada. Él tenía casi la misma edad que Titania y Oberón, seres muy poderosos y viejos a diferencia de sus contrapartes mágicas, él es El Príncipe, suena tonto pero ese era su título real, un vampiro un ser que se alimentaba de sangre y emociones para extender su vida, poderoso y mortal refinado y solitario. Minho su nombre, el Príncipe Vampiro líder, Príncipe era el título real más alto de su raza como el de un rey o un emperador.


A su edad de la que ni el recordaba mantenía un atractivo juvenil envidiable, alto de ojos marrones cuando se encontraba relajado o rubíes la mayoría del tiempo, de cabello castaño oscuro perfectamente cuidado y peinado, alto y con un cuerpo atlético perfectamente definido y musculoso, por fin Titania hizo acto de presencia y como la tradición lo marcaba su primer baile fue con su esposo Oberón el Rey, la segunda pieza le pertenecía a el –que agradecida me siento por tu presencia Príncipe- Ella era una mujer atractiva su belleza era enigmática, orgullosa poderosa amable pero temible, alta delgada rubia de ojos azules y una alas tan brillantes que emitían su propia luz natural, un deleite total


-gracias por tu invitación mi reina-dijo-otro magnifico año-
-realmente, no te perdonare si este año huyes como lo hiciste el pasado, serás mi invitado de honor Minho- joder, lo que le faltaba atado a esta fiesta. Ambos se reverenciaron al final de la pieza y Titania siguió en lo suyo, una hora, dos horas, y su cuerpo empezó a sentir fuera de todo lo que creía posible unos vértigos envolverle desde el estómago, en el ambiente había un aroma fuerte enigmático poderoso, se vio dando vueltas por el salón, solo veía máscaras, veía guardias brillos y no encontraba el epitome de su atracción.


Pero era el único que lo percibía, se acercó a Jonghyun su general mejor amigo y asesor, el negó un aroma que no fuera el de las flores-usual en el reino de las hadas-

Veneno para las HADASWhere stories live. Discover now