Historia creada para el evento "Symbrock Valentine's Week". Evento que ha sido creado por la página "Symbrock - Eddie & Venom"
#SymbrockValentinesWeek2019
¡Disfruta!
>> Contenido homosexual.
>> Fluff <3
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Un pequeño rose.
Eso fue más que suficiente para desencadenar el deseo de Venom.
Fue hace un más de un mes, en un oscuro y frío bosque, desde ese momento anhelaría volver a sentir los suaves labios del humano, admitía que tenía curiosidad, ver tantas películas de Disney era mala idea, ahora su único pensamiento era probar los apetecibles labios de su compañero y sabía que en algún momento no podría más.
Y así fue, Eddie tenía un poco de chocolate en sus labios y que mejor idea que lamerlos para quitar los restos, pero estaba claro que no contaba con la reacción del humano en cuanto su larga lengua pasara por los labios contrarios. Podría jurar que nunca vió al humano tan abochornado, ni la vez que se apareció de la nada mientras Eddie tomaba un baño, ese día fue tan divertido ver el rostro rojo de Eddie.
—¡¿Qué demonios?! —se sorprendió el humano. Sus mejillas comenzaban a tener una tonalidad rosa— ¿Qué crees que haces? —Venom solo lo miró confundido.
—Eddie tenía chocolate —fue su única respuesta.
—¡No tenías que hacer eso!
—¿Por qué no? —preguntó a pesar de saber la respuesta y para agregar más burla volvió a pasar su lengua sobre los labios del castaño.
—¡Venom! —se quejó mientras con la manga de su sudadera limpiaba sus labios. —No debes hacerlo porque... —la sonrisa burlona de Venom lo distraía de su explicación — Porque —volvió a repetir— es como un beso —finalizó sin nada mejor que decir.
—¿Un beso? —Eddie asintió— ¿Cómo el qué te dí en el bos-? —fue interrumpido.
—¡No es necesario hablar de eso!
Venom soltó una risa grave, acercó su cabeza a Brock, pues hasta ahora sólo había materializado esa parte su cuerpo.
—Tengo hambre.
—Estás jugando sucio —Venom caba vez estaba más cerca de él—. Yo no soy un chico malo.
—Pero eres lo que quiero.
Ambos estaban demasiado cerca, Venom amaba jugar con Eddie porque siempre ganaba, una de las ventajas de hacer trampa y Eddie nunca se quejaba de ello.
Sin más espera Venom juntó sus labios con los de Eddie, un tímido rose que desencadenó una serie de sentimientos que ahora ambos deberán descifrar. El rose era suave y tenía sabor a chocolate, Venom se deleitó con aquello que desde hace tiempo deseaba y Eddie sólo se dejó llevar.
Después de todo no tenían prisa, aún habían más besos que dar y ambos lo sabían.
