También los momentos que había pasado con Yuzu, desde el principio hasta el final. Ahora con ese estado vegetan en el que estaba, no había mucho de interés en su vida, ese brillo se había ido con ella.

Al llegar a su destino, bajo del autobús, puesto que ahora tocaba caminar un par de calles y llegar al hospital. Mientras caminaba, pensaba llevarle algo, no unas flores ya que con el pasar de los días estos pierden su color y vida. Así que decidió llevar algo que durase más tiempo o casi una vida, mejor dicho.

Mei casualmente pasaba por una tienda de regalos así que entro y hecho un vistazo a los regalos, uno llamo su atención, un par de anillos, no caros, sino sencillos, además de que llevaba una promoción. Se vio convencida por ellos, así que con lo que había conseguido, compro aquellos anillos, que venían acompañados de una caja color negro además de un pequeño oso de unos 30 cm de altura que tenia un ojo de botón. Salió de aquella tienda y con una pequeña sonrisa y camino hacia el hospital.

Llego entro y se dirigió hacia el cuarto de Yuzu, donde llevaba 7 meses sin dar alguna señal de seguir todavía ahí, solo el pitido de la maquina que marcaba el compás de su corazón era el que indicaba que aún no había muerto.

Esos 7 meses, Yuzu en algún lugar de su conciencia, esta escribiendo en aquella libreta que había ahí, llevaba registrando sus más profundos deseos y cuanto extrañaba estar de pie y consciente, al lado de la persona que tanto ama en todo el universo, hasta conscientemente anoto los días en que venia a verla, era cada tercer día, cada tercer día, ella aparecía vestida de blanco hablando a la nada, pero sabia que le estaba hablando a ella.

Mei entro por aquella pueda, caminando hacia la cama donde estaba Yuzu, aun en coma.

Mei: Hola Yuzu – dijo mientras jalaba una silla y se sentaba a un lado de ella- ¿Cómo te sientes?, ya mejor? - pregunto mientras la veía.

Yuzu: ¡¡¡oh claro!!!, estoy mejor que nunca, quisiera poder preguntare como estas tú, pero no puedes oírme -sonrió tristemente

Mientras Yuzu veía aquella silueta, que aparentaba ser Mei, ella empezó a sentir dolores en todo su cuerpo en especial en la cabeza.

Mei: había pensado en traer algunas cosas, pero no me dejaron pasarlas al cuarto, pero compre un obsequio para ti – dijo mientras tomaba su mano

Yuzu escuchaba mientras sentía el tan reconocible tacto de Mei, trato de acercarse hasta donde estaba, y se dio cuenta que estaba avanzando, entonces con dificultad empezó a acercarse, acortando la distancia entre ellas.

Mei había notado un cambio, sintió la mano de Yuzu temblar, en esos 7 meses era algo que no pasaba, ahora estaba temblando y la preocupación apareció.

Mei: ¿estás bien? – dijo con el tono de voz cambiado, pensó en ir a llamar al doctor, pero no quería separarse de ella, que tal si pasaba algo que no le gustaría que pasara sola.

Yuzu lentamente empezaba a mostrar signos de movimiento, muy leves, pero eran notables para Mei, quien empezaba a sentir una presión en su pecho, empezaba a sentir como ponían algo pesado en él.

Sostuvo con fuerza la mano de la rubia, quien mientras caminaba hacia aquella silueta de cada ves mas cerca, mas señales de vida daba.

"Mei, Mei, Mei, Mei!!"

Era todo lo que decía, justo cuando estaba a un lado de ella, se dispuso a tomar la mano de la silueta que estaba ahí, quien supuestamente representaba a Mei. Entonces de un segundo a otro, Yuzu reacciono jadeando, con un gran alarido silencioso, jalando aire consigo, haciendo que Mei se alarmase al verla de esa manera, pero después de que sintió que su mano era apretada, sabia que no era un sueño.

Vuelve a ser la misma por favor... [c ι т r υ ѕ]Where stories live. Discover now